El ataque con misiles que impactó en el este de Polonia el 15 de noviembre parece haber sido disparado accidentalmente, tal vez por los defensores aéreos ucranianos, según el presidente polaco Andrzej Duda. Los informes preliminares afirmaban que el ataque, que mató a dos personas, procedía de un misil ruso que podría haber sido lanzado por las fuerzas de Vladimir Putin. Duda pareció discrepar de esa hipótesis y dijo que, tras la investigación, había “muchos indicios de que se trataba de un misil de defensa aérea que, por desgracia, cayó en territorio polaco”.
Duda también admitió que el proyectil en cuestión era probablemente un misil S-300 de fabricación rusa que está siendo utilizado por Ucrania para algún tipo de defensa aérea, aunque la marca y el modelo no han sido confirmados. Los S-300 son utilizados por las baterías de misiles tierra-aire. Duda dijo que había una alta probabilidad de que fuera disparado por soldados ucranianos y no por el ejército ruso.
S-300: Invocación de artículos
Es posible que Ucrania estuviera utilizando un sistema de defensa aérea S-300 fabricado originalmente en la Unión Soviética. Los primeros informes afirmaban que un funcionario de inteligencia estadounidense no identificado afirmaba que el misil era de Rusia, lo que implicaba que los militares rusos eran los responsables.
Esto hizo que muchos observadores especularan sobre cómo reaccionaría la OTAN, ya que Polonia es miembro de la alianza. Algunos se preguntaban si se invocaría el artículo 5 del tratado de la OTAN, que define el ataque como un ataque a un miembro de la OTAN, y por tanto un ataque a todos.
En cambio, parece que se puso en práctica el artículo 4 del tratado. En virtud de ese artículo, los miembros pueden plantear una cuestión de seguridad en una reunión para su consulta y debate. Desde la creación de la alianza en 1949, el artículo 4 se ha invocado en varias ocasiones.
El incidente plantea otras cuestiones a los investigadores. En primer lugar, el misil ruso original que atacó debió de adentrarse en el espacio aéreo ucraniano. Si los ucranianos fallaron con su salva tierra-aire, ¿qué pasó con el misil ruso original? En segundo lugar, ¿dónde se encontraba la batería ucraniana que disparó el interceptor? En tercer lugar, ¿cómo sabemos que un accidente así no volverá a ocurrir? Es de esperar que estas preguntas sean respondidas en las próximas semanas por los ucranianos, los polacos, los Estados Unidos y la OTAN.
Un aspecto que hay que investigar más a fondo es la secuencia de acontecimientos tras el disparo del misil tierra-aire. Si el interceptor no alcanzó el objetivo previsto, debería haber estallado en el aire, no en tierra en Polonia.
El misil explotó a unos seis kilómetros al oeste de la frontera polaco-ucraniana y aterrizó en el pueblo de Przewodów alrededor de las 3:40 p.m. Este lugar parecería estar fuera del radio de explosión de un S-300 si fuera disparado contra un misil ruso dirigido a Kiev, por ejemplo.
EL ATAQUE CON MISILES DE POLONIA Y EL JUEGO DE LAS CULPAS
Ucrania se apresuró a culpar a Rusia, pero el Kremlin negó con vehemencia ser responsable del incidente y dijo que la reacción inicial de Ucrania y Occidente fue “histérica” y “rusofóbica”.
El ataque ruso del 15 de noviembre incluyó al menos 85 misiles balísticos y de crucero que apuntaron a infraestructuras críticas. Millones de residentes se quedaron sin energía eléctrica en Ucrania como resultado, pero la electricidad se restableció para la mayoría a partir del 16 de noviembre.
Ucrania no se ha atribuido el mérito de haber disparado el interceptor y no se ha disculpado con Polonia. Fue un error trágico, y Ucrania debería examinar sus técnicas y procedimientos para asegurarse de que no se repita. Kiev también debería intentar identificar la batería que disparó el interceptor errante y entrevistar a los soldados que la operaban. Es probable que se trate de viejos sistemas SAM de la era soviética, y los errores ocurren cuando se utilizan equipos anticuados.
Es probable que sepamos más en los próximos días a medida que Polonia y Ucrania investiguen. Mientras tanto, es probable que Rusia siga disparando grandes salvas de misiles contra Ucrania para atacar infraestructuras críticas. Ucrania tendrá que optimizar aún más sus defensas aéreas para eliminar el mayor número posible de misiles entrantes y asegurarse de que ningún interceptor destruya objetivos amigos.