El ejército de Irán está pasando de la guerra no convencional a las armas más convencionales. Eso significa más misiles balísticos para golpear a sus enemigos, así como minas y otras armas navales para cerrar el Golfo Pérsico a los petroleros, según un nuevo informe sobre el poder militar iraní de la Agencia de Inteligencia de Defensa (DIA), el servicio de espías preferido del Pentágono.
Pero la pregunta es si Teherán puede permitirse el lujo de desarrollar estas capacidades.
La DIA espera que Irán continúe usando medios no convencionales como el terrorismo o apoyando a proxys como Hezbolá para hacer el trabajo sucio contra supuestos enemigos como Estados Unidos, Israel y Arabia Saudita. Pero también está decidido a desarrollar capacidades en armas más convencionales.
“Reconociendo su incapacidad para derrotar a un ejército occidental avanzado, como Estados Unidos, Irán probablemente seguirá haciendo hincapié a corto plazo en sus tres capacidades principales: Misiles balísticos capaces de alcanzar objetivos en toda la región, fuerzas navales costeras capaces de amenazar la navegación en el Golfo Pérsico y el Estrecho de Ormuz, y apoyo a socios y apoderados capaces de realizar operaciones no convencionales en el extranjero”, predice la DIA.
“Teherán mejorará sus fuerzas convencionales y buscará nuevas capacidades. El último plan de desarrollo de cinco años de Irán sigue dando prioridad a los misiles, las fuerzas navales y las defensas aéreas, pero también añade un nuevo énfasis en el poder aéreo de combate y las capacidades de guerra electrónica. Probablemente Irán seguirá centrándose en el desarrollo interno de misiles, plataformas navales y armas cada vez más capaces, y defensas aéreas, mientras intenta mejorar algunas de sus deterioradas capacidades aéreas y terrestres principalmente a través de compras en el extranjero”.
Sin embargo, analistas del Pentágono también señalan que el precio de este ambicioso programa podría ser demasiado alto.
“A pesar de estos objetivos, las continuas restricciones financieras y sanciones desafiarán los esfuerzos de modernización militar de Irán”, dice DIA. “Teherán no podrá cumplir con todas sus prioridades y requisitos de adquisición en este entorno”. La compleja situación de seguridad de Oriente Medio, con la continua presencia de las fuerzas estadounidenses, la superioridad de la capacidad de proyección de fuerzas de Israel y los crecientes medios militares de Arabia Saudita y los Estados del Golfo, complicarán aún más los esfuerzos de Irán para construir su fuerza convencional”.
El informe, fechado en agosto de 2019, no incluye el ataque de septiembre de 2019 a las instalaciones petrolíferas saudíes por una salva masiva de aviones no tripulados y misiles de crucero de vuelo bajo. Lanzado ostensiblemente por los aliados hutíes de Irán en Yemen, aunque es muy probable que, con la participación iraní, el ataque dañó las instalaciones petroleras a pesar de los seis batallones de misiles de defensa aérea Patriot de Arabia Saudita. Y en junio de 2019, un misil tierra-aire iraní derribó un avión teledirigido estadounidense Global Hawk de alto vuelo. Los sauditas, los israelíes y los americanos, no han dejado de tomar nota de las capacidades del avión teledirigido de misiles de Irán.
Por otro lado, el informe de la DIA tampoco menciona la agitación interna que actualmente está arrasando a Irán desde noviembre de 2019. Los aumentos en los precios del gas subvencionado por el Estado desencadenaron protestas en numerosas ciudades iraníes. También se cuestiona por qué el gobierno financia a Hezbolá en el Líbano, a los hutíes en Yemen, a la Jihad Islámica en Gaza y al gobierno sirio, a pesar de que las sanciones económicas de Estados Unidos han afectado profundamente el nivel de vida de los iraníes comunes y corrientes.
Lo que plantea la pregunta de si Irán resultará ser otra Unión Soviética, que se hundió al librar una costosa carrera armamentista con Estados Unidos. Aunque los gobernantes de Irán no tienen aspiraciones de ser una superpotencia, sí parecen codiciar ser un hegemón regional como lo fue el Imperio Persa. Hasta ahora, Irán ha librado una guerra barata usando apoderados en vez de compromisos masivos de tropas como hizo Estados Unidos en Vietnam, Irak y Afganistán. Pero como Hezbolá ha descubierto cuando sus subsidios iraníes fueron recortados, incluso la guerra barata puede ser costosa.