La ministra canadiense de Asuntos Exteriores, Mélanie Joly, anunció al Toronto Star que Ottawa detendrá las futuras exportaciones de armas a Israel, a raíz de una moción no vinculante aprobada por el Parlamento canadiense.
Joly subrayó que la decisión trasciende lo simbólico, afirmando: “Es algo real”. La medida forma parte de un esfuerzo más amplio para empujar a la comunidad internacional hacia una solución de dos Estados, en consonancia con la política del gobierno canadiense sobre el conflicto palestino-israelí.
La propuesta fue presentada inicialmente por el partido de izquierdas Nuevos Demócratas (NDP), que actualmente apoya al gobierno del Partido Liberal del primer ministro Justin Trudeau. El NDP ha expresado su descontento con la respuesta del gobierno a la situación en Gaza, argumentando que no se ha hecho lo suficiente para proteger a los civiles.
Esta declaración se produce después de que Canadá suspendiera las exportaciones militares no letales a Israel desde enero en respuesta a la ofensiva militar israelí en Gaza, desencadenada por el ataque terrorista de Hamás del 7 de octubre. Aunque Trudeau ha reiterado el derecho de Israel a defenderse, su gobierno ha adoptado una postura cada vez más crítica con las acciones militares israelíes en el conflicto.
La decisión de Canadá ha suscitado las críticas de Israel. El ministro israelí de Asuntos Exteriores, Israel Katz, condenó la medida, argumentando que socava el derecho de Israel a la autodefensa frente a los ataques de Hamás, que calificó de horrendos crímenes contra la humanidad y contra civiles israelíes. Katz advirtió que “la historia juzgará duramente las actuales acciones de Canadá”.