A finales de marzo de 2024, seis Eurofighter Typhoons pertenecientes a la Royal Air Force (RAF) hicieron su arribo a la base aérea de Mihail Kogălniceanu, en Rumanía, marcando un hito en la misión de Policía Aérea Mejorada (eAP) de la OTAN.
Este acontecimiento, que tiene lugar casi tres décadas después del primer despegue del Typhoon en Manching, Baviera, subraya el papel del cazabombardero como un activo crítico en las operaciones de vanguardia.
Este cazabombardero, dotado de capacidades multifuncionales, bimotor y apto para cualquier condición climática, destaca por su versatilidad en misiones aire-aire y aire-tierra. Es el resultado de una colaboración entre Alemania, el Reino Unido, Italia y España.
Por los próximos cuatro meses, los Typhoons de Lossiemouth, Escocia, acompañados por alrededor de 200 efectivos, se desplegarán en misiones de eAP, operando en conjunto con la Fuerza Aérea Rumana bajo el estandarte de la OTAN.
Eurofighter Typhoon: vigilancia incansable en el espacio aéreo de la OTAN
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“Esta marca la quinta presencia de la RAF en Rumanía para la misión eAP desde su inicio en 2014”, declaró el Comandante de Ala Karl Bird, líder del Ala Aérea Expedicionaria 140. “Estas operaciones fortalecen nuestra capacidad de respuesta rápida y disuasión, enviando un mensaje potente sobre la unidad dentro de la Alianza. Nuestro objetivo es mantener el espacio aéreo de la OTAN seguro, vigilado constantemente”.
La presencia de estos cazas multifuncionales en la Base Aérea de Mihail Kogălniceanu es crucial para las misiones de Alerta de Reacción Rápida (QRA) hasta agosto de 2024, enfrentando los desafíos de seguridad actuales, según un comunicado de la OTAN.
Estos despliegues, que se organizan con anticipación, rotan entre las fuerzas aéreas de los países miembros de la OTAN, asegurando la defensa y disuasión colectiva y la protección del espacio aéreo aliado.
Reforzar la defensa antiaérea: Un compromiso con la seguridad colectiva
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Desde su instauración en el sur en 2014, tras la anexión de Crimea por parte de Rusia, la eAP ha servido para reafirmar el compromiso con la seguridad de las naciones aliadas en el flanco oriental.
“Nuestro compromiso con la policía aérea de la OTAN es fundamental para garantizar la seguridad de los cielos europeos. Reconozco la dedicación del personal que realiza esta misión vital”, manifestó Grant Shapps, secretario de Defensa del Reino Unido.
“Con una preparación para actuar en cualquier momento durante los próximos cuatro meses, los pilotos de Typhoon están listos para enfrentar cualquier amenaza o incidente, reafirmando nuestro compromiso con la seguridad colectiva”, añadió Shapps.
“Este despliegue, en el marco del 75º aniversario de la OTAN, evidencia el nivel de nuestro compromiso con la Alianza, con miles de efectivos desplegados y participando en ejercicios a lo largo de todo el bloque para asegurar la protección del Reino Unido y sus aliados”.
Alianza estratégica: El nacimiento del consorcio Eurofighter
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El Eurofighter Consortium, fundado en junio de 1986, consolidó la colaboración entre Alemania, Italia y el Reino Unido, replicando la sinergia previamente establecida durante el desarrollo del Panavia Tornado. España se sumaría posteriormente a este trío inicial, ampliando el frente de cooperación, mientras que Francia, inicialmente parte del proyecto European Fighter Aircraft (EFA), optó por seguir un camino independiente, culminando en el desarrollo del Dassault Rafale.
Los cimientos del proyecto EFA, precursor del Eurofighter Typhoon, se establecieron mediante conceptos innovadores como el uso de planos delanteros canard, sistemas de control fly-by-wire completamente digitales, la integración de materiales compuestos de fibra de carbono y otros compuestos avanzados.
Además, se priorizó el diseño de una cabina operativa con sistema HOTAS (Hands On Throttle-And-Stick), avanzadas soluciones aviónicas, pantallas multifunción y la innovadora entrada de comandos por voz.
La viabilidad de estas tecnologías se demostró a través del EAP (Experimental Aircraft Programme) de British Aerospace (BAe), un prototipo a escala real que sirvió como banco de pruebas para el futuro cazabombardero. Del programa EAP surgieron siete prototipos, con el primero alzando vuelo en marzo de 1994.
Este avance técnico y aeronáutico no tardaría en ser reconocido bajo la designación Eurofighter 2000, nombre que más tarde evolucionaría a Eurofighter Typhoon, marcando un hito en la aviación militar moderna.