En el funeral de Fuad Shukr, comandante militar de Hezbolá asesinado, el secretario general del grupo terrorista, Hassan Nasrallah, afirmó que aunque “los israelíes están felices ahora”, han “cruzado una línea roja” y deben esperar “rabia y venganza en todos los frentes que apoyan a Gaza”.
Esta declaración alude a los grupos respaldados por Irán en Oriente Medio.
Nasrallah explicó que el asesinato de Shukr no fue una respuesta al ataque con cohetes contra la ciudad drusa de Majdal Shams, en el que murieron 12 niños, sino que se trata de un acto de guerra. Hezbolá está “pagando el precio de su apoyo a Gaza y al pueblo palestino”, agregó.
Sin embargo, Nasrallah subrayó que el grupo chiíta ha superado la fase de simple apoyo, declarando una “batalla abierta en todos los frentes”.