El 7 de octubre por la mañana, tras la invasión de Hamás y el inicio de su matanza en el sur de Israel, Al Jazeera transmitió un audio de Muhammad Deif anunciando el comienzo de la “inundación de Al-Aqsa” contra Israel.
En el mensaje, Deif dijo: “Les digo a nuestros puros muyahidines: Este es el día en que haréis comprender a este enemigo criminal que su tiempo se ha acabado. [El Corán dice:] ‘Mátenlos dondequiera que los encuentren’”. Durante tres décadas, Deif ha sido buscado por Israel y fue el arquitecto de la masacre junto con Yahya Sinwar, jefe de Hamás en Gaza, y el “jefe del Estado Mayor” del ejército terrorista de Hamás.
Según la grabación, Deif esperaba que la invasión provocara un levantamiento genocida en Israel, especialmente en Jerusalén, y una serie de ataques a través de las fronteras, con el objetivo de destruir Israel.
No se ha confirmado si Deif, quien aparentemente sobrevivió a siete intentos de asesinato por parte de Israel, murió en un octavo intento en el sur de Gaza el sábado por la mañana. Benjamin Netanyahu, primer ministro de Israel, declaró el sábado por la noche que no estaba “absolutamente seguro” de que Deif estuviera muerto, mientras que Hamás insiste en que sigue vivo.
La evaluación israelí sugiere que si Deif estaba en un complejo vallado de Hamás en al-Mawasi, con docenas de hombres armados, ni él ni su adjunto, Rafa’a Salameh, habrían sobrevivido al ataque, que se basó en información de inteligencia en tiempo real. Aunque no se encuentre un cuerpo, los servicios de inteligencia probablemente confirmarán su suerte tarde o temprano.
Eliminar a Deif sería un golpe significativo para Hamás tanto simbólica como prácticamente. Con un estatus casi mítico entre sus seguidores, Deif era el principal objetivo de Israel en Gaza y simbolizaba la ideología genocida antiisraelí de Hamás.
A diferencia de Sinwar, que se movía libremente, Deif no se atrevía a mostrar su rostro y no había sido fotografiado públicamente durante años. La última imagen conocida fue publicada por las FDI en enero a partir de archivos digitales recuperados en Gaza, sin fecha específica.
Más allá del simbolismo, la eliminación de Deif impactaría fuertemente la estructura militar de Hamás. Dirigía las fuerzas armadas de Hamás, planeó el ataque del 7 de octubre junto con Sinwar y supervisó los nueve meses de guerra que siguieron, habiendo preparado infraestructura, armamento y combatientes durante años. Su muerte dificultaría significativamente la organización y tácticas de Hamás.
A pesar de ello, Hamás aún cuenta con miles de combatientes, una considerable infraestructura de túneles y cohetes, y otras armas capaces de causar grandes daños. Deif aparentemente abandonó su escondite para coordinar los últimos esfuerzos de Hamás.
Su eliminación supondría una pérdida práctica importante y evitaría su participación en cualquier posible reconstrucción de Hamás post-guerra. Sin embargo, la ausencia de Deif no dejaría a Sinwar totalmente aislado. Figuras importantes de Hamás, como Marwan Issa y Raed Saad, se han ido, pero Sinwar aún cuenta con su hermano Mohammed y otros comandantes.
Las negociaciones de cese al fuego a cambio de rehenes, realizadas recientemente en Qatar y Egipto, pueden complicarse, pero siempre han requerido una combinación de presión militar y diplomática. La eliminación de Deif, si se confirma, aumentaría la presión militar sobre Hamás.
Sin embargo, Yahya Sinwar sigue tomando decisiones clave en las negociaciones. Al igual que Deif, Sinwar organizó el ataque del 7 de octubre con la intención de destruir a Israel, asegurándose de que se tomaran rehenes para apoyar este objetivo. Ha sido inflexible en las conversaciones y es poco probable que cambie su postura incluso con la eliminación de su principal cómplice genocida.
La muerte de Deif marcaría un punto de inflexión en la guerra de Israel para desmantelar la capacidad militar y civil de Hamás y recuperar a todos los rehenes. Podría incluso ser un punto de ruptura si las FDI finalmente logran eliminarlo.