En el interior de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) y el Shabak, la atmósfera es de vigilancia constante, una red de esfuerzos ininterrumpidos para localizar a los líderes de Hamás y los principales buscados en la Franja de Gaza. La búsqueda es implacable y precisa, cada pedazo de información se analiza con una minuciosidad que bordea la obsesión.
El Shabak y AMAN, la Dirección de Inteligencia Militar, son los ojos y oídos de esta operación. Cada dato concreto sobre la ubicación de un alto mando enemigo es el catalizador para abrir un puesto de mando especial, un núcleo de decisiones y estrategias.
En la eliminación selectiva contra Deif y el comandante de la brigada de Jan Yunis, este centro de operaciones fue la máquina implacable de la que se valió el Departamento de Operaciones del Shabak, con el respaldo de AMAN y la Fuerza Aérea. Los elogios no tardaron en llegar, pero la satisfacción es efímera; la misión nunca termina.
En el despacho del general de División Yaron Finkelman, comandante del Comando Sur, tres hojas cuelgan frente a su escritorio. Tres listas con nombres que se acortan día a día. Altos cargos de Hamás, comandantes de brigadas, de batallones, de compañías. Cada eliminado se marca con una X roja; cada herido grave, una línea diagonal. La promesa es firme y sin concesiones: “Llegaremos a todos, es solo cuestión de tiempo”.
En lo más alto de esta lista negra está Sinwar, responsable del ataque bárbaro y la masacre del 7 de octubre en la retaguardia israelí. También es el artífice de las crueles negociaciones sobre los 120 secuestrados y la perpetuación de la guerra. Junto a él, su hermano Muhammad, su hombre de confianza, un engranaje vital en los proyectos del brazo militar de Hamás y sus mecanismos de seguridad, incluyendo la red de túneles. Un video, donde se le ve conduciendo un jeep a través de un túnel gigante en el norte de la Franja, desvela más sobre su papel en la expansión de las infraestructuras terroristas.
Al Haddad, conocido como “Abu Suheib”, es el comandante de la brigada de la ciudad de Gaza desde 2021. Su influencia en el brazo militar de Hamás es incuestionable, y con la posible eliminación de Muhammad Deif, su peso específico podría ser aún mayor. Al inicio de la guerra, seis batallones operaban bajo su mando. Ha sobrevivido a varios intentos de eliminación selectiva, tanto antes como durante la guerra. En Gaza, folletos ofrecen una recompensa considerable por su cabeza.
Shabana, o “Abu Anas”, lidera la brigada de Rafah desde 2014. Al comienzo de la guerra, cuatro batallones respondían a sus órdenes, aunque ahora dos de ellos han optado por retirarse al norte, buscando refugio en Jan Yunis. Durante la guerra, ha perdido a sus dos hijos en manos de las FDI y, aunque ha sobrevivido a varios intentos de eliminación, su resistencia parece estar al límite.
Hudayfa Samir Abdullah al-Khalout, “Abu Ubayda”, es la voz de Hamás. Responsable de la guerra psicológica contra Israel, maneja las redes sociales y difunde desinformación con una eficacia perturbadora. Aunque no dirige fuerzas de combate, su impacto en la opinión pública es enorme. Convertido en un icono, su presencia mediática lo ha puesto en la lista de objetivos para eliminación selectiva.
Baroud, sin título oficial, pero cercano a la cúpula del brazo militar y la alta dirección política de Hamás, ha visto aumentar su influencia con cada eliminación selectiva exitosa desde el inicio de la guerra. Su inclusión en la lista de objetivos de AMAN no es casualidad.
Finalmente, rumores recorren la Franja sobre la posible eliminación de Raed Saad, jefe del Departamento de Operaciones del brazo militar de Hamás. Sin embargo, hasta ahora, Hamás no ha confirmado su muerte.
La sombra de la incertidumbre persiste, pero el compromiso de las FDI y el Shabak no se tambalea. Cada día es una nueva batalla en una guerra donde cada movimiento es crucial y cada decisión, una cuestión de vida o muerte.