La emblemática victoria de Israel en la Guerra de los Seis Días será representada en la próxima película “Jerusalén 67”. Se espera que la actriz franco-israelí Yael Grobglas desempeñe un papel crucial en este emocionante drama.
Un proyecto de Oded Raz
Oded Raz, conocido por dirigir el aclamado éxito israelí “Maktub”, ahora disponible en Netflix, será el director de “Jerusalén 67”. Esta noticia se confirmó el pasado viernes, generando expectativas en los seguidores del cine israelí.
Grobglas, quien recientemente apareció en la comedia romántica navideña “Hanukkah on Rye”, está en “negociaciones avanzadas” para interpretar a “una civil atormentada por una infancia dolorosa que abandona a su familia para servir en primera línea de guerra”.
Una década de trabajo y amor por la historia
El proyecto ha sido una labor de amor para Joseph Schick, abogado neoyorquino, durante la última década. La producción de la película está programada para comenzar en Israel en agosto.
Schick reconoció la complejidad de la sociedad israelí en 1967, subrayando las divisiones sociales, culturales y económicas de la época. Asegura que la historia será un recordatorio de cómo manejar dicha circunstancia.
Rodaje en Israel y desafíos inesperados
A pesar de que inicialmente se consideró filmar en otro país, la aprobación de un plan de incentivos fiscales por parte de Israel permitió a los productores planificar el rodaje en Jerusalén. Oded Raz, el director, comentó que filmar en esta ciudad es un desafío diario debido al clima político, pero también una oportunidad única por su atmósfera y escenario.
El conflicto israelí en el cine
La Guerra de los Seis Días ha sido tema de diversas películas en años recientes, como el thriller de espionaje “El Ángel”. En 1986, “Avanti Popolo”, que sigue a soldados israelíes y egipcios en su travesía por el desierto del Sinaí, fue candidata a los Oscar en la categoría de película extranjera.
Por otro lado, “El valle de las lágrimas”, una serie sobre la Guerra del Yom Kippur de 1973, fue seleccionada por HBO en 2020 y es considerada una de las producciones israelíes más costosas de la historia.