El famoso cantante estadounidense, Tony Bennett, creador de estándares intemporales como “I Left My Heart In San Francisco”, falleció a los 96 años, a dos semanas de su próximo cumpleaños.
Un legado musical inigualable
Tony Bennett fue un pilar de la música del siglo XX. Su carrera destacó por una actitud singular hacia el éxito comercial: buscó un catálogo de éxitos, en lugar de simples éxitos radiales. Su legado incluye la impresionante cantidad de 70 álbumes y 19 premios Grammy.
El cantante se destacó por su versatilidad vocal, siendo capaz de adaptarse tanto a baladas suaves como a temas más dinámicos. Su estilo de canto se caracterizó por ser diferente al de Sinatra, enfatizando la emoción y la historia detrás de las canciones más que el puro despliegue vocal.
Además de su carrera en solitario, Bennett colaboró con numerosos artistas jóvenes, como Lady Gaga, logrando así mantenerse relevante para las nuevas generaciones y promoviendo activamente el Great American Songbook.
Una vida dedicada al arte y la música
Desde muy joven, Bennett se dedicó a la música y al arte, abandonando la escuela secundaria para apoyar a su familia. Trabajó como camarero y participó en espectáculos de aficionados antes de encontrar su camino en la industria musical.
Durante su carrera, Bennett también se dedicó a la pintura, una pasión que compartió con su carrera musical. Sus retratos de amigos músicos y paisajes de Central Park se han exhibido en el Museo Smithsonian de Arte Americano.
Además de su inmensa contribución a la música y las artes, Bennett también se destacó por su activismo. Fue un firme defensor del movimiento por los derechos civiles en la década de 1960 y realizó una actuación en la histórica marcha de derechos de voto de Selma a Montgomery en 1965.
El legado de Bennett continúa
Con su muerte, Bennett deja un importante legado musical y artístico. Su influencia se puede ver no solo en la música, sino también en la industria del entretenimiento en su conjunto.
Además, a pesar de su partida, la familia de Bennett sigue activa en la industria del entretenimiento. Su hija Antonia, quien se convirtió al judaísmo tras casarse con Ronen Helmann, también es cantante.
Finalmente, como tributo a su gran contribución a la música y la cultura, Bennett fue honrado con numerosos premios a lo largo de su carrera, incluyendo el reconocimiento como Maestro del Jazz NEA en 2006 y el honor del Centro Kennedy en 2005.