La victoria de Israel en el Festival de la Canción de Eurovisión 2018 está en peligro después de que una importante corporación discográfica de los EE. UU. amenazara con demandar a los compositores de la participante israelí por supuesta infracción de derechos de autor.
Universal Music Studios, una de las compañías de música más grandes del mundo, en las últimas semanas envió una carta de preacuerdo a Doron Medalie y Stav Beger, quienes escribieron conjuntamente la canción ganadora, ‘Toy’ de Netta Barzilai, diciendo que fue copiada de la agrupación, The White Stripe’s 2003, el tema Seven Nation Army.
Si el reclamo es probado en la corte, podría descalificar la elegibilidad de Toy para participar en Eurovisión y despojar a Israel de sus derechos de victoria y de alojamiento para el torneo de 2019, informó Hadashot TV.
Las reglas de Eurovisión establecen que las canciones competidoras deben ser originales.
https://youtu.be/H0sZgeyK9lE
Muchos han observado que ambas canciones tienen una línea base similar, como en el caso de muchos otros pares de canciones, pero los abogados de Universal han acusado que las similitudes en el ritmo y la armonía constituyen una infracción de derechos de autor.
En marzo, el escritor de Haaretz Ben Shalev escribió sobre ‘Toy’ que “la música se parece mucho a ‘Seven Nation Army’ de The White Stripes. Esperemos que Jack White no escuche esta canción antes del Festival de Eurovisión. Podría hacer una demanda”.
Medalie, quien confirmó la noticia, viajará el miércoles a Estados Unidos para tratar de resolver la “enorme crisis”, agregó el informe.
Los funcionarios de Universal están “muy determinados” en sus demandas contra Medalie y Beger, según fuentes citadas por Hadashot y que se dice que están cerca del asunto.
Agregaron que incluso si ambas partes llegaran a un acuerdo que dividiría los derechos de autor de la canción, la Unión Europea de Radiodifusión podría decir que la canción no es original y por lo tanto no es elegible para competir en primer lugar.
Medalie respondió al informe diciendo que él y Beger estaban “sorprendidos de recibir esa carta y nos estamos ocupando de ella”. “Creo que el problema se resolverá con éxito en las próximas semanas para satisfacción de todos”.
La debacle es el último obstáculo para organizar la competencia del próximo año en Israel, después de que el Knesset aprobó el lunes por unanimidad una legislación que revierte la división planificada de la emisora pública en dos entidades separadas, lo que habría privado a Israel de sus derechos de alojamiento.