En una conferencia de prensa reciente en Italia, el secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, expresó la posición de la administración Biden respecto a las operaciones militares en Rafah. Blinken declaró que “no puede apoyar una operación militar importante en Rafah”, destacando la alta densidad de población en la región y los desafíos humanitarios asociados.
“En primer lugar, actualmente hay alrededor de 1,4 millones de personas en Rafah, muchas de ellas desplazadas de otras partes de Gaza. Es imperativo que la gente pueda apartarse del camino de cualquier conflicto, y hacerlo es una tarea monumental para la que aún no hemos visto un plan”, explicó Blinken. Subrayó la importancia de proteger a los civiles y proporcionar asistencia humanitaria adecuada.
El secretario también mencionó los riesgos significativos de llevar a cabo una operación militar en una zona con alta presencia civil. “Incluso si la gente está en gran medida fuera de peligro, inevitablemente va a seguir habiendo una población civil bastante significativa en Rafah, y creemos que una operación militar de gran envergadura tendría consecuencias terribles para esa población”, agregó.
Blinken reafirmó el compromiso de EE. UU. de trabajar con Israel para garantizar que Gaza no quede bajo el control de Hamás, pero aclaró que “en términos de grandes operaciones militares en Rafah, eso es algo que no apoyamos, y creemos que el objetivo se puede lograr por otros medios”.
Finalmente, reveló que “hemos estado participando en conversaciones de alto nivel con Israel en las últimas dos semanas sobre esto, incluso tan recientemente como esta semana”, lo que indica un esfuerzo continuo por abordar la situación mediante vías alternativas a la acción militar directa.