Un reciente informe citado por un medio alemán detalla la estrategia de guerra psicológica de Hamás desde el secuestro de 251 rehenes, en su mayoría civiles, tras la masacre del 7 de octubre en el sur de Israel.
Según el periódico Bild, que tuvo acceso al documento, Hamás estaría utilizando a los rehenes cautivos en Gaza para reforzar su posición en las negociaciones de alto el fuego con Israel, con el objetivo de recuperar sus capacidades militares dañadas durante la guerra en curso.
El documento, presuntamente redactado en la primavera de 2024 y aprobado directamente por Yahya Sinwar, líder de Hamás, fue encontrado en su ordenador. No se ha revelado cómo este archivo llegó al tabloide alemán.
“Ejercer presión psicológica continua sobre las familias de los prisioneros, tanto ahora como en la primera fase (del alto el fuego), para intensificar la presión pública sobre el gobierno enemigo”, expresa el documento.
Desde el 7 de octubre, Hamás ha difundido videos de los rehenes en los que critican al primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, y le imploran que facilite su liberación.
El documento también menciona que, durante las negociaciones de una posible segunda fase, Hamás permitiría que la Cruz Roja visite a algunos prisioneros como un “gesto de buena voluntad”, permitiendo así que envíen mensajes a sus familias.
A principios de esta semana, medios israelíes informaron sobre el caso de Eden Yerushalmi, cuyo cuerpo fue recuperado en Gaza junto con el de otras cinco personas. Yerushalmi, quien habría sido asesinada uno o dos días antes de que las fuerzas israelíes llegaran, mostraba signos de desnutrición, habiendo perdido 10 kilos durante su cautiverio, pesando apenas 36 kilos (79 libras) en el momento de su recuperación.
El informe de Bild destaca que el documento no menciona el llamado Corredor Filadelfia, ubicado en la frontera entre Gaza y Egipto, que se ha convertido en un tema clave en las actuales negociaciones indirectas.
El documento sugiere que Hamás no busca poner fin rápidamente a la guerra, sino prolongar las negociaciones de alto el fuego utilizando a los rehenes, con la intención de aumentar la presión sobre el gobierno israelí y “desgastar” a sus fuerzas armadas.