El Departamento de Estado de Estados Unidos apoya la decisión de Israel de bloquear la ayuda humanitaria a Gaza, argumentando que busca evitar que los suministros lleguen a Hamás. Israel confirmó que la restricción comenzó el domingo con ese objetivo.
“La ayuda solo puede distribuirse en un entorno seguro. Si no podemos garantizar la seguridad de su tránsito, entonces debe detenerse”, afirmó la portavoz del Departamento de Estado, Tammy Bruce, en su primera conferencia de prensa oficial. Además, insistió en que la medida no constituye una retención de ayuda, sino un reflejo de la situación sobre el terreno.
Tras el anuncio israelí, la Casa Blanca emitió un comunicado respaldando la postura de Israel en las negociaciones sobre rehenes, aunque sin referirse directamente al bloqueo de suministros. La restricción se implementó justo cuando concluía la primera fase del acuerdo de alto el fuego con Hamás.
El pacto establecía que Israel debía permitir la entrada de ayuda mientras avanzaban las negociaciones de la segunda fase. Sin embargo, Israel se ha negado a iniciarlas, a pesar de que el acuerdo lo exigía desde hace más de un mes. Actualmente, las negociaciones están estancadas, con Israel buscando modificar los términos del acuerdo, mientras Hamás insiste en respetar lo pactado en enero.
Organizaciones de derechos humanos advierten que usar la ayuda como herramienta de presión podría constituir una violación del derecho internacional.
Europa exige a Israel permitir la ayuda humanitaria sin restricciones

Francia, Alemania y Reino Unido instaron a Israel a facilitar el acceso de suministros humanitarios a Gaza y advirtieron que no debe usarse como “herramienta política”.
El Ministerio de Relaciones Exteriores israelí rechazó las críticas a través de X, asegurando que Gaza recibe suficiente ayuda, pero que Hamás la desvía para fortalecer su infraestructura terrorista. Durante la tregua iniciada el 19 de enero, la llegada de suministros aumentó hasta que Israel bloqueó las entregas el domingo, argumentando que Hamás se negó a extender la pausa en los combates y a liberar más rehenes.
En un comunicado conjunto, los gobiernos europeos exigieron a Israel cumplir con sus obligaciones internacionales y garantizar el acceso inmediato y seguro de la ayuda. También advirtieron que el bloqueo podría representar una violación del derecho humanitario internacional.
“La asistencia humanitaria no debe depender de un alto el fuego ni utilizarse con fines políticos”, señalaron, calificando la crisis en Gaza como “catastrófica”.
Israel, en respuesta, destacó que durante la tregua ingresaron 25.000 camiones con suministros y negó que haya escasez de productos esenciales en la Franja. “El único sufrimiento humanitario real es el de los rehenes israelíes, encadenados, hambrientos y retenidos en los túneles de Hamás”, sostuvo el Ministerio de Relaciones Exteriores.
Además, Israel acusó a Hamás de desviar la ayuda para financiarse y fortalecerse militarmente. “Lo que llega a Hamás no es ayuda humanitaria”, afirmó el comunicado, advirtiendo que permitirlo sería “suicida”.
Israel planea tomar control total sobre la entrada de ayuda a Gaza

El gobierno israelí propuso un nuevo plan para supervisar directamente la distribución de ayuda humanitaria en Gaza, informó el Washington Post. COGAT, el organismo del Ministerio de Defensa encargado de gestionar el acceso de suministros, presentó la propuesta a agencias internacionales la semana pasada.
Según el plan, todos los accesos a Gaza desde Israel permanecerán cerrados, excepto el cruce de Kerem Shalom. La ayuda pasará por controles obligatorios antes de ser enviada a “centros logísticos” para su distribución. Funcionarios de la ONU y organizaciones humanitarias indicaron que estos centros podrían ser resguardados por contratistas privados.
Israel también pretende implementar un sistema de rastreo para evitar que Hamás desvíe los suministros. Acusa al grupo de usarlos para reforzar su infraestructura militar en lugar de destinarlos a la población civil.
Este anuncio se produce tras la decisión de Israel de suspender la entrada de ayuda, argumentando que Hamás se negó a extender el acuerdo de alto el fuego y a liberar más rehenes. A principios de marzo, el gobierno israelí bloqueó las entregas y amenazó con represalias si Hamás no accedía a liberar más cautivos.
La oficina del primer ministro Benjamin Netanyahu confirmó que la Casa Blanca, bajo la administración de Donald Trump, respalda la medida. Sin embargo, Israel se aparta del acuerdo original con Hamás, que contemplaba la liberación escalonada de rehenes y la retirada total de las tropas israelíes de Gaza.
“No habrá alto el fuego sin la liberación de nuestros rehenes”, aseguró la oficina de Netanyahu, advirtiendo que tomarán represalias si Hamás mantiene su postura. Además, Israel negó haber enviado una delegación a Egipto para nuevas negociaciones.
Netanyahu acusó a Hamás de utilizar la ayuda humanitaria como un “presupuesto terrorista” en lugar de destinarla a la población civil. En la misma línea, el ministro de Asuntos Exteriores, Gideon Sa’ar, insistió en que cualquier nueva negociación dependerá de la entrega de más rehenes. “El suministro de bienes formaba parte de la primera fase, que ya terminó. No habrá concesiones sin una contraprestación”, afirmó en conferencia de prensa.