Los rehenes israelíes capturados por Hamás fueron sometidos a condiciones extremas de hambre, con raciones mínimas de comida y agua. Mientras tanto, un estudio reciente reveló que Israel permitió un suministro de alimentos más que adecuado para los 1,8 millones de habitantes de Gaza entre enero y julio de 2024, cumpliendo y superando los estándares nutricionales internacionales.
Según la investigación, publicada en el Israel Journal of Health Policy Research, la cantidad de alimentos enviados superó el requerimiento humanitario de 2.100 kcal diarias establecido por la organización Sphere, alcanzando un promedio de 3.004 kcal per cápita. A pesar de ello, el informe advierte que la distribución de los suministros no depende de Israel, sino que Hamás interfiere constantemente al robar y revender la ayuda, impidiendo su acceso equitativo a la población.
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El estudio, realizado por un equipo multidisciplinario israelí y revisado por expertos internacionales, analizó los envíos de alimentos a Gaza durante los primeros siete meses de la guerra. Se determinó que se entregaron 478.229 toneladas métricas de comida, con valores nutricionales adecuados en términos de calorías, proteínas y grasas, aunque con un déficit de hierro.
la guerra se inició el 7 de octubre de 2023, cuando terroristas de Hamás llevaron a cabo un ataque masivo contra comunidades en el sur de Israel, asesinando a más de 1.200 civiles y secuestrando a cientos de personas. A pesar de las acusaciones de organizaciones antiisraelíes sobre restricciones en la entrega de ayuda, los datos confirman que el suministro de alimentos se mantuvo constante, excepto en febrero de 2024, cuando se registró una leve disminución.
El Manual Sphere, referencia internacional en estándares humanitarios, establece normas para garantizar la seguridad alimentaria en crisis. Según el estudio, los alimentos enviados a Gaza incluyeron cereales, legumbres, frutas, verduras, carnes, lácteos, dulces, snacks y productos infantiles, asegurando un aporte nutricional suficiente. Sin embargo, los investigadores subrayan que la provisión de alimentos no garantiza la seguridad alimentaria si no se resuelven los obstáculos logísticos y la intervención de Hamás en la distribución.

En diciembre de 2024, Jack Lew, quien fue embajador de Estados Unidos en Israel durante la administración Biden, rechazó un informe de la Red del Sistema de Alerta Temprana contra la Hambruna (FEWS NET) que mencionaba una posible hambruna en Gaza. Lew calificó el documento de “obsoleto e inexacto” y cuestionó las cifras de la ONU sobre la población en el norte de Gaza, estimándola entre 7.000 y 15.000 personas, frente a las 65.000 a 75.000 mencionadas en el informe.
El estudio concluye que la mejor distribución de la ayuda humanitaria requiere mayor coordinación entre las organizaciones internacionales y el Coordinador de Actividades Gubernamentales en los Territorios (COGAT), encargado de la política civil israelí en Judea y Samaria.