Desde el sábado por la mañana, el ejército de Israel ha estado instando a los residentes palestinos de varios sectores de Rafah a desalojar sus hogares, en el marco de su ofensiva contra Hamás en esa localidad del sur de la Franja de Gaza.
Anteriormente, las Fuerzas de Defensa de Israel habían emitido una orden de evacuación para las áreas periféricas orientales de Rafah, previo a su avance en dicha zona. Las nuevas áreas afectadas por esta medida incluyen los campamentos de Rafah y Shaboura, así como los barrios de Geneina y Khirbat al-Adas.
En Rafah, aproximadamente un millón de palestinos, desplazados de otras zonas del enclave a causa de la guerra, han buscado refugio. Unas 300,000 personas han sido reubicadas en una zona humanitaria establecida, según información proporcionada por las FDI.
El teniente coronel Avichay Adraee, portavoz en árabe de las FDI, anunció nuevas áreas de evacuación a través de varios medios, incluyendo volantes, mensajes de texto y llamadas telefónicas. Se instó a los civiles a dirigirse hacia una zona humanitaria ampliada en las áreas de al-Mawasi y Jan Yunis, en el sur de Gaza, y se les advirtió evitar aproximarse a la frontera con Israel.
Esta acción sigue a la decisión del gabinete de seguridad de Israel, que aprobó una extensión “medida” de las operaciones militares en Rafah, buscando mantener las acciones dentro de los límites aceptables por Estados Unidos. El presidente estadounidense Joe Biden ha expresado su preocupación por los civiles en Rafah, advirtiendo que podría detener ciertos envíos de armas ofensivas a Israel si las operaciones se extendían a centros poblados.
No obstante, un informe reciente del gobierno estadounidense reconoció que Israel ha ofrecido garantías de que usará las armas conforme al derecho internacional humanitario, lo cual podría permitir un aumento en la transferencia de armamento.
El Departamento de Estado de EE. UU., sin embargo, señaló que algunas acciones de Israel podrían haber sido “inconsistentes” con sus obligaciones internacionales, aunque no se disponga de información completa para confirmarlo.
Hasta la fecha, la intervención de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) en Rafah se ha concentrado en la sección oriental de la ciudad y en el cruce fronterizo con Egipto. Las FDI han informado que durante estas operaciones han descubierto múltiples túneles y han neutralizado a numerosos combatientes armados.
El viernes, Hamás ejecutó dos oleadas de ataques con cohetes desde Rafah y el centro de Gaza hacia Beersheba, marcando el primer asalto a esta ciudad del sur en casi seis meses, que se saldó con heridas leves a una mujer y daños en un parque infantil.
El ejército israelí también anunció preparativos para lanzar una operación en Jabaliya, al norte de Gaza, tras detectar actividades de reorganización de Hamás en esa área. Se emitió una orden de evacuación en Jabaliya, afectando a entre 100,000 y 150,000 palestinos, a quienes se les instruyó buscar refugio hacia el oeste de la ciudad de Gaza.
Avichay Adraee, portavoz de las FDI, advirtió sobre los peligros de permanecer en una zona donde Hamás intenta fortalecer sus capacidades, asegurando que las FDI actuarán decisivamente contra las amenazas terroristas en la región.
Esta sería la segunda vez que las FDI realizan una incursión en Jabaliya desde el inicio de su ofensiva terrestre contra Hamás, habiendo previamente retirado sus tropas del norte de Gaza. Las operaciones continuaron en el barrio Zeitoun de la ciudad de Gaza tras identificar similares movimientos de Hamás, donde cuatro soldados israelíes murieron el viernes.
El primer ministro Benjamin Netanyahu y su gobierno han sido criticados por no desarrollar un plan de gestión para Gaza tras la guerra. Informes indican que Hamás ha recuperado un control civil significativo en varias áreas del enclave tras el avance y posterior retirada de las tropas israelíes.
la guerra en Gaza se intensificó tras los ataques de Hamás el 7 de octubre, con aproximadamente 3,000 combatientes infiltrándose en Israel, y provocó la muerte de alrededor de 1,200 personas y la captura de 252 rehenes. La subsiguiente guerra ha causado la muerte de más de 34,800 palestinos, según fuentes de salud en Gaza, aunque estos datos, que incluyen tanto a civiles como a combatientes de Hamás, no han sido verificados de manera independiente.
Israel, por su parte, ha reportado la neutralización de aproximadamente 15,000 combatientes en Gaza, más unos 1,000 el 7 de octubre dentro de Israel, mientras que 271 soldados israelíes han muerto en la ofensiva.