El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, propone tomar el control de Gaza y reasentar a su población palestina, lo que ha provocado rechazo internacional y podría poner en riesgo el alto el fuego en la región, advirtieron altos funcionarios árabes.
Durante la Cumbre Mundial de Gobiernos en Dubái, el secretario general de la Liga Árabe, Ahmed Aboul Gheit, alertó que el plan de Trump desataría una nueva crisis en Medio Oriente, con graves consecuencias para la paz y la estabilidad.
Trump causó indignación en el mundo árabe al anunciar que Estados Unidos administraría Gaza, reasentaría a sus más de dos millones de habitantes y la transformaría en la “Riviera del Medio Oriente”. Los palestinos temen que esto repita la “Nakba”, la catástrofe de 1948 en la que 800.000 personas fueron desplazadas durante la guerra que siguió a la creación del Estado de Israel. Según Trump, quienes sean expulsados de Gaza no tendrán derecho a regresar.
El mes pasado, un acuerdo de alto el fuego en tres fases detuvo los enfrentamientos tras la incursión de Hamás en Israel el 7 de octubre de 2023, cuando terroristas mataron a unas 1.200 personas y tomaron 251 rehenes. El pacto establece la liberación de rehenes por parte de Hamás y la excarcelación de miles de terroristas palestinos presos por Israel, con el objetivo de lograr una “calma sostenible” y el retiro del ejército israelí de Gaza.
Hamás ha entregado rehenes desde que la tregua comenzó el 19 de enero, pero el lunes amenazó con suspender las liberaciones, acusando a Israel de incumplir el acuerdo. La comunidad internacional instó al grupo islamista a respetar sus compromisos, mientras que Trump afirmó que si no se entregan los rehenes a tiempo, el alto el fuego debería cesar.
El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, advirtió el martes que si Hamás no libera a los rehenes antes del sábado al mediodía, la tregua terminará y el ejército reanudará su ofensiva hasta derrotar al grupo terrorista. Horas después, Hamás reafirmó su compromiso con el alto el fuego y acusó a Israel de ponerlo en riesgo.
Aboul Gheit insistió en que una reactivación de la guerra anularía los esfuerzos de pacificación. Por su parte, Jasem al-Budaiwi, líder del Consejo de Cooperación del Golfo, instó a Trump a considerar los vínculos estratégicos entre la región y Washington. “Debe haber un intercambio de ideas. Lo que él dice no será aceptado por el mundo árabe”, afirmó.
Trump ha sugerido que los palestinos desplazados podrían asentarse en países como Jordania, que ya alberga una gran población palestina, y Egipto, la nación más poblada del mundo árabe. Ambos gobiernos han rechazado la propuesta. Para Jordania, el plan recuerda el temor de una expulsión masiva desde Gaza y Judea y Samaria, promovida por sectores ultranacionalistas israelíes. El presidente egipcio, Abdul Fatah al Sisi, también se opone, considerándolo una amenaza para la seguridad nacional y alertando sobre el peligro de que integrantes de Hamás ingresen a su territorio.
Egipto convocó una cumbre árabe de emergencia el 27 de febrero para abordar las consecuencias de estas medidas para los palestinos. En el encuentro, Aboul Gheit adelantó que se volverá a plantear la Iniciativa de Paz Árabe de 2002, que ofrecía a Israel relaciones normalizadas a cambio de la creación de un Estado palestino y la retirada israelí de los territorios ocupados en 1967.
El plan de Trump desafía la política exterior estadounidense de décadas, que ha respaldado la solución de dos Estados para la coexistencia de Israel y Palestina. Mientras tanto, 73 de los 251 rehenes capturados por Hamás el 7 de octubre siguen en Gaza, incluidos los cuerpos de al menos 35 muertos, según las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI).
Desde el inicio del alto el fuego en enero, Hamás ha liberado a 21 rehenes, incluidos civiles, soldados y ciudadanos tailandeses. Anteriormente, durante una tregua en noviembre de 2023, el grupo liberó a 105 personas y, antes de eso, a cuatro más. Ocho rehenes han sido rescatados con vida por el ejército israelí, que también ha recuperado los cuerpos de 40 cautivos, entre ellos tres asesinados accidentalmente por soldados israelíes cuando intentaban escapar.
Hamás también retiene a dos civiles israelíes que ingresaron en Gaza en 2014 y 2015, además del cuerpo de un soldado israelí muerto en combate en 2014. Otro soldado muerto en ese mismo año fue recuperado por Israel en enero.