Los gobernantes de Hamás en Gaza permitieron la reapertura de las mezquitas para las oraciones del viernes por primera vez desde marzo, a pesar del reciente aumento de nuevos casos de coronavirus en las instalaciones de cuarentena del territorio aislado.
A los fieles se les dio desinfectante de manos al entrar en las mezquitas. Llevaban sus propias alfombras de oración, usaban máscaras y guardaban espacio entre ellos. La inauguración se produjo antes del Eid al-Fitr, una importante fiesta que marca el final del mes sagrado del Ramadán.
En los últimos días, las autoridades de Gaza han informado de 35 nuevos casos, lo que eleva el total a 55. Todos los nuevos casos se encontraron en instalaciones de cuarentena. Pero han renovado la preocupación por un brote más amplio que podría abrumar al agotado sistema de atención de la salud en el empobrecido territorio, en el que viven 2 millones de personas.
Israel y Egipto han impuesto un bloqueo a Gaza desde que Hamás tomó el poder de las fuerzas leales al Presidente palestino Mahmoud Abbas en 2007. Las tres guerras entre Israel y Hamás, así como la lucha interna palestina, también han causado graves daños al sistema de salud.
El bloqueo es un intento de impedir el contrabando de armas y otros materiales por parte de Hamás para la construcción de fortificaciones y túneles.
La entrada en Gaza solo es posible a través del cruce de Rafah con Egipto y se pone inmediatamente en cuarentena obligatoria durante 21 días. Hamás declaró que impediría la entrada de los repatriados hasta finales de junio para permitir que el personal médico se ocupara de los nuevos casos.
El virus causa síntomas de leves a moderados en la mayoría de las personas, que se recuperan en pocas semanas. Pero es muy contagioso y puede llevar a una enfermedad grave o a la muerte, especialmente en pacientes mayores o con problemas de salud.