Las pruebas de coronavirus se han reanudado en la Franja de Gaza después de que Israel permitiera la entrada en el enclave de cinco equipos de prueba adquiridos por la Organización Mundial de la Salud (OMS), dijo el lunes un portavoz del Ministerio de Salud de Gaza.
Pero el portavoz, Ashraf al-Qidra, dijo que los equipos serían de “ayuda inmediata limitada” porque podrían utilizarse para realizar pruebas a solo unas 500 personas en un territorio densamente poblado de dos millones.
“Empezamos a hacer pruebas inmediatamente después de recibir los kits a última hora de la noche (el domingo)”, dijo Qidra. “Necesitamos llevar a cabo estas pruebas todo el tiempo y, por lo tanto, necesitamos miles de kits de pruebas”.
El 8 de abril, los funcionarios de salud de Gaza dijeron que se habían quedado sin kits de pruebas y expresaron su preocupación de que la escasez de suministros médicos podría llevar a la rápida propagación de la infección en el territorio.
Gaza tiene 13 casos confirmados del nuevo coronavirus, todos en cuarentena.
El coronel Sharon Biton del COGAT, una oficina del ministerio de defensa israelí que sirve de enlace con los palestinos, dijo que estaba cooperando con “representantes de la comunidad internacional” para mantener la salud pública en Gaza.
Funcionarios israelíes y palestinos dijeron que además de los equipos de prueba, Israel ha permitido una máquina de PCR en el territorio. El equipo analiza las muestras de prueba para determinar si contienen la huella genética del coronavirus.
La máquina fue donada por una organización benéfica con sede en Estados Unidos, dijo Qidra.
“Durante la próxima semana aspiramos a poder comprar una buena cantidad de equipos de prueba para llevar a Gaza”, dijo Abdelnaser Soboh, director de la suboficina de la Organización Mundial de la Salud en el territorio.
Qidra dijo que el lunes, cientos de palestinos varados fuera de Gaza comenzarán a llegar a casa y requerirán pruebas. A su llegada, serán enviados a instalaciones de cuarentena en el sur de la Franja de Gaza durante tres semanas.
Hamás ha cerrado escuelas, mezquitas y salones de bodas y ha prohibido las grandes reuniones callejeras en Gaza para tratar de detener el contagio. No se ha movido para imponer un cierre, diciendo que la medida aún no era necesaria.