La organización terrorista Hamás lanzó una amenaza el domingo sobre la prevista Marcha de las Banderas del Día de Jerusalén, prevista para dentro de una semana.
En una ceremonia celebrada en Gaza para conmemorar el primer aniversario de la Operación Guardián de los Muros, el líder de Hamás, Ismail Haniyeh, declaró: “Nunca permitiremos la profanación de la mezquita de Al Aqsa ni el ataque a nuestro pueblo en Jerusalén. Nunca permitiremos la profanación de la mezquita de Al Aqsa ni el ataque a nuestro pueblo en Jerusalén, Cisjordania y los territorios ocupados en 1948”.
“Nuestra batalla con el enemigo ha entrado en una nueva etapa en todas sus dimensiones y consecuencias, y lograremos una gran victoria para nuestro pueblo”, dijo.
Haniyeh dijo que en el “equilibrio estratégico de poder”, Hamás tiene una importante ventaja sobre Israel: “No nos limitamos a hablar. Nuestras acciones hablan más fuerte que nuestras palabras, y nuestra lucha contra el ocupante sionista ha entrado en una nueva fase”.
El líder terrorista también prometió a su audiencia en Gaza que Hamás conseguiría la liberación de todos los prisioneros y el retorno de todos los descendientes de los refugiados árabes palestinos.
“Lo que está ocurriendo en Jerusalén y sus alrededores es un insulto deliberado a los musulmanes y a los palestinos”, dijo el líder de la Jihad Islámica, Ziad Nahala, a través de una dirección de vídeo desde el Líbano. “Por primera vez, el enemigo sionista se enfrenta al hecho de que el pueblo palestino está dispuesto a resistir y hasta el final. La fuerza de Jenín y de las ciudades palestinas y la unidad de la resistencia demuestran la fuerza de nuestro pueblo frente al ocupante”.