Funcionarios de Defensa de Israel aseguran que Hamás pierde el control sobre los civiles palestinos en la Franja de Gaza debido a un nuevo sistema de distribución de ayuda. Este mecanismo, que intensifica sus operaciones, busca impedir que el grupo terrorista maneje la asistencia humanitaria y domine a la población local.
Esta semana, tres de los cuatro centros de distribución de ayuda iniciaron sus actividades en Gaza. La Fundación Humanitaria de Gaza, con apoyo de Israel y Estados Unidos, entregó decenas de miles de paquetes de alimentos a los palestinos. Según autoridades israelíes, estos sitios tienen la capacidad de proveer alimentos a 1,2 millones de personas.
Un funcionario de Defensa, afirmó: “Se ha roto la barrera del miedo de Hamás. Hamás intentó repetidamente quebrar a la población y resistir el plan de distribución para preservar su capacidad de controlar los alimentos y, en consecuencia, a los residentes de la Franja de Gaza”.
Los habitantes de Gaza, según el funcionario, desafiaron a Hamás al acudir masivamente a los centros de distribución. Esta acción quebró el temor inicial hacia el grupo terrorista, lo que debilita su estructura de gobierno, esencial para mantener su poder en la región.
El sistema de distribución persigue dos objetivos claros. Primero, desvincular a Hamás del manejo de la ayuda, ya que el grupo ya no participa en el proceso. Segundo, separar a la población civil del control de Hamás, lo que podría llevar al colapso de su administración en la Franja, un propósito clave en la estrategia de guerra de Israel.
El funcionario denunció que “muchos elementos dentro de Hamás y organizaciones de la ONU difaman y esperan el fracaso del plan de distribución de ayuda a través de los centros de distribución”. Según él, estos actores comparten un interés común: mantener el poder económico y gubernamental de Hamás para controlar la ayuda destinada a los civiles.
Hamás lanzó una campaña de propaganda en los últimos meses contra el nuevo sistema de distribución. Además, amenazó a los civiles que intentaron acercarse a los centros, según el funcionario. A pesar de esto, afirmó: “Hay señales tempranas del éxito de la estrategia y el método, como un punto de inflexión; los centros de distribución de ayuda son un éxito extraordinario”. También destacó que el proceso requiere ajustes y aprendizaje continuo.
El funcionario señaló que ciertos elementos en Gaza y dentro de Hamás intentan generar caos para sabotear los esfuerzos. Estas acciones incluyen campañas psicológicas y narrativas falsas destinadas a desacreditar el sistema de distribución.
La ONU, considerada por Israel un actor clave en la crisis humanitaria de Gaza, expresó su oposición al nuevo sistema de ayuda. El funcionario afirmó que la ONU no ha cooperado recientemente en la recolección de ayuda desde el cruce de Kerem Shalom para su distribución en la Franja.
Organizaciones de la ONU y grupos de ayuda reportaron dificultades para distribuir la asistencia debido a la inseguridad, el riesgo de saqueos y problemas de coordinación con las autoridades israelíes. De los 238 camiones de ayuda que salieron de Kerem Shalom en los últimos días, 135 fueron saqueados, según estimaciones militares. El funcionario aclaró que los saqueos fueron realizados principalmente por civiles y, en algunos casos, por bandas armadas sin vínculos con Hamás, lo que evidencia el debilitamiento del control del grupo terrorista.
Para facilitar la distribución, el Coordinador de Actividades Gubernamentales en los Territorios (COGAT) del Ministerio de Defensa, sostuvo reuniones con funcionarios de la ONU. Se ajustaron rutas de transporte, algunas de las cuales atravesaban zonas de combate, y se ofrecieron soluciones logísticas. Sin embargo, el COGAT acusó a la ONU de no recoger más de 550 camiones de ayuda que permanecen en el lado de Gaza del cruce de Kerem Shalom.