Hamás enfrenta serias dificultades para cubrir los sueldos de sus miembros en Gaza, incluidos operativos terroristas de alto rango, a causa de la escasez crítica de dinero, según el Wall Street Journal.
La decisión de Israel de bloquear el ingreso de ayuda humanitaria a la Franja de Gaza se vincula directamente a esta situación, informan fuentes árabes, israelíes y occidentales citadas por el diario. Parte de esa ayuda fue tomada y revendida por Hamás. Además, autoridades de inteligencia árabes señalan que la ofensiva renovada de Israel en Gaza ha eliminado a individuos clave en la distribución de fondos dentro del grupo, y que otros han optado por esconderse.
Los pagos a empleados del gobierno controlado por Hamás en Gaza se han suspendido, de acuerdo con las mismas fuentes. Durante Ramadán, figuras políticas y altos mandos solo recibieron la mitad de sus sueldos, mientras que los combatientes de menor rango obtuvieron entre 200 y 300 dólares al mes.
Antes del alto el fuego y la liberación de rehenes acordados en enero, Hamás ya padecía una grave falta de liquidez, según funcionarios israelíes y occidentales.
La tregua le permitió imponer impuestos a comerciantes, cobrar tarifas a camiones en los puntos de control y confiscar mercancías para venderlas y generar ingresos. También, de acuerdo con reportes, el grupo terrorista utiliza recursos almacenados en el extranjero para comprar ayuda humanitaria, revenderla en Gaza y convertirla en dinero en efectivo.