Una delegación israelí viajó a El Cairo el jueves para negociar con Hamás la extensión de la primera fase del alto el fuego en Gaza por seis semanas más, según informaron el viernes dos fuentes de seguridad egipcias. La actual fase del acuerdo concluye el sábado.
Hamás rechaza prolongar esta etapa y exige avanzar a la segunda fase según lo pactado originalmente, afirmaron las fuentes a Reuters. Esta siguiente fase incluiría medidas para alcanzar un fin definitivo de la guerra, como la retirada de tropas israelíes de la Franja de Gaza.
Una fuente diplomática israelí señaló que la delegación regresaría a Israel el viernes por la noche, pero que las conversaciones continuarían el sábado. Aún no hay claridad sobre qué ocurrirá si no se logra un acuerdo antes del plazo límite. Egipto y Qatar lideran las mediaciones con respaldo de Estados Unidos.
Dos funcionarios israelíes indicaron a Reuters que su país busca prolongar la primera fase a cambio de que Hamás libere tres rehenes cada semana, intercambiándolos por palestinos detenidos por Israel.
Mientras tanto, un alto diplomático occidental declaró a The Times of Israel que Israel se está preparando para reanudar la guerra contra Hamás, considerando que el alto el fuego no se mantendrá por más de algunas semanas. Aunque las Fuerzas de Defensa de Israel modificarían sus tácticas en un nuevo enfrentamiento, no habría un cambio estratégico en la postura israelí respecto a una alternativa a Hamás, según la fuente.
Israel mantiene su postura sobre Hamás
El gobierno israelí sigue priorizando la eliminación de las capacidades militares y gubernamentales de Hamás, convencido de que ninguna alternativa puede establecerse en Gaza hasta la derrota del grupo terrorista, según afirmó un diplomático occidental. No obstante, este diplomático calificó la estrategia como un “error” y sostuvo que la planificación de una alternativa a Hamás debe desarrollarse en paralelo con la ofensiva militar de las FDI.
“De lo contrario, lo que enfrentaremos será una ocupación israelí indefinida y una insurgencia de Hamás”, advirtió.
Por su parte, el grupo terrorista palestino instó el viernes a la comunidad internacional a presionar a Israel para avanzar de inmediato a la segunda fase del acuerdo de alto el fuego. Hamás aseguró que mantiene su compromiso con todas las disposiciones del pacto y exigió que la “ocupación sionista” respete la siguiente etapa sin demoras.
Fuentes del grupo citadas por Haaretz señalaron que acceder a extender la primera fase mediante la liberación escalonada de rehenes implicaría perder su principal herramienta de presión.
“Sin una fecha límite clara para el fin de la guerra y la retirada completa de las FDI, no es realista esperar la liberación de todos los rehenes”, afirmó una fuente anónima de Hamás.
Como posible salida al estancamiento, se ha planteado la opción de devolver a los cautivos enfermos o muertos a cambio de concesiones para los terroristas palestinos presos, como mejoras en sus condiciones carcelarias y un mayor flujo de ayuda hacia Gaza.
La oficina del primer ministro Benjamin Netanyahu confirmó la reanudación de las negociaciones el jueves, aunque sin especificar los puntos exactos a tratar. Otros funcionarios israelíes indicaron que Jerusalén no aceptará avanzar a la segunda fase del acuerdo en este momento.
Israel descarta retirada de Gaza y advierte sobre reanudación de combates
Los líderes israelíes han descartado cualquier retirada total de Gaza mientras Hamás mantenga el poder y han advertido que podrían reanudar los enfrentamientos.
La decisión de enviar una delegación a El Cairo surgió luego de que el primer ministro Benjamin Netanyahu sostuviera dos reuniones el jueves con altos funcionarios de seguridad, entre ellos el ministro de Defensa, Israel Katz; el canciller, Gideon Sa’ar; el ministro de Asuntos Estratégicos, Ron Dermer; el titular de Finanzas, Bezalel Smotrich; y el presidente de Shas, Aryeh Deri, según reportó Canal 12.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, comentó el jueves que aún no está claro si la segunda fase del acuerdo de alto el fuego se concretará. “Veremos qué pasa”, afirmó. “Tenemos algunas conversaciones bastante buenas”.
Ese mismo día, Hamás entregó los cuerpos de los últimos cuatro rehenes programados para ser liberados en la primera fase del cese al fuego. A cambio, Israel liberó a más de 600 terroristas palestinos presos, entre ellos más de 100 condenados a cadena perpetua o por asesinato.
La Oficina del primer ministro, citando información del ejército, informó que Ohad Yahalomi, Tsahi Idan e Itzik Elgarat fueron asesinados durante su cautiverio. Shlomo Mantzur, cuyo cuerpo también fue entregado, murió el 7 de octubre durante la incursión de Hamás y su cadáver fue trasladado a Gaza.
El acuerdo de alto el fuego contempla que los 24 rehenes israelíes aún con vida sean liberados en la segunda fase del pacto. En una tercera etapa, se entregarían los cuerpos de los secuestrados asesinados el 7 de octubre o en cautiverio, lo que marcaría el fin definitivo de la guerra.
Israel se niega a retirarse del Corredor Filadelfia pese al acuerdo
Un funcionario israelí reiteró el jueves que las Fuerzas de Defensa de Israel no abandonarán el Corredor Filadelfia, ubicado en la frontera entre Gaza y Egipto, a pesar de que el acuerdo de alto el fuego establece que la retirada debe efectuarse antes del día 50.
Israel argumenta que esta franja fronteriza es una vía clave para el contrabando de armas y materiales que Hamás podría utilizar para reconstruir su capacidad militar si no es vigilada por tropas israelíes. Egipto y Hamás han rechazado la permanencia de Israel en la zona.
“No abandonaremos el Corredor Filadelfia. No permitiremos que los asesinos de Hamás vuelvan a deambular por nuestras fronteras con camionetas y armas, ni que se rearmen mediante el contrabando”, afirmó el funcionario israelí.
Apoyado por Estados Unidos, Israel ha insistido en que Hamás no tendrá ninguna participación en la administración futura de Gaza y ha expresado su disposición a reanudar la guerra para impedirlo. Netanyahu también ha descartado la posibilidad de que la Autoridad Palestina, con sede en Ramala, asuma el control del enclave.