Tras suspenderlo debido a un ataque de Hamás, Israel anunció el restablecimiento del servicio de agua en áreas de Gaza, con medidas estratégicas en curso contra el terrorismo.
El gobierno israelí informó el domingo sobre el restablecimiento del suministro de agua hacia zonas específicas de la Franja de Gaza, después de una interrupción provocada por una infiltración terrorista de Hamás el 7 de octubre. El ministro de Energía, Israel Katz, ratificó la medida, destacando la reactivación del flujo hídrico hacia el sur del enclave, área donde se ha solicitado a los civiles evacuar recientemente.
“La estrategia de restituir el agua en el sur de la Franja de Gaza se estableció tras conversaciones entre el primer ministro [Benjamin] Netanyahu y el presidente [Joe] Biden, facilitando así el desplazamiento de civiles hacia regiones más seguras”, explicó Katz.
Desde el viernes, se ha incentivado a los habitantes de Gaza a dejar el norte de la Franja. Las fuerzas armadas indican que esta es una medida preventiva para proteger a los civiles ante una inminente ofensiva contra las infraestructuras terroristas de Hamás, reconocidas por sus extensos túneles y refugios subterráneos. Contrariamente, Hamás ha recomendado a los ciudadanos mantenerse en sus residencias, implementando bloqueos viales que impiden la movilización hacia el sur.
El anuncio previo sobre la reanudación del suministro hídrico fue realizado por el asesor de Seguridad Nacional de Estados Unidos, Jake Sullivan, quien confirmó a CNN haber sido notificado por sus equivalentes israelíes. “Mis colegas en Israel me han asegurado que han rehabilitado el sistema de agua en el sur de Gaza”, afirmó Sullivan durante una entrevista en la mañana dominical.
En declaraciones a The Times of Israel, un congresista estadounidense reveló que un funcionario de alto rango israelí le confirmó la futura admisión de alimentos, agua y medicamentos en Gaza, tras el sitio impuesto, anticipando una posible intervención terrestre para desmantelar a Hamás.
La misma fuente mencionó que no se ha garantizado la provisión de electricidad y combustible hacia Gaza, ya que estos no se consideran bajo las mismas regulaciones según las leyes de conflictos armados.
Anteriormente, Israel se había comprometido a mantener la suspensión de los servicios básicos en Gaza hasta la liberación de entre 150 y 200 rehenes, presuntamente capturados por Hamás y la Yihad Islámica.
En respuesta a la crisis, Katz declaró en una red social no especificada: “¿Asistencia humanitaria para Gaza? No activaremos electricidad ni permitiremos el ingreso de combustible hasta que nuestros ciudadanos secuestrados regresen a casa. Intercambio humanitario por humanitario. No aceptamos lecciones de moral”.
Esta condición previa ha ocasionado la interrupción de servicios en toda la región. Los residentes reportan que, cuando hay disponibilidad, el agua, altamente contaminada, fluye escasamente y no es apta para el consumo.
En condiciones regulares, Gaza, bajo bloqueo egipcio-israelí desde la toma de poder de Hamás en 2007, depende de Israel para un tercio de su agua potable, según las autoridades hídricas locales. El enclave también se abastece de plantas desalinizadoras y un acuífero, ambos sobreexplotados y afectados por la falta de electricidad, lo que ha llevado al cierre de estas instalaciones esenciales y de las plantas de tratamiento, dejando a la población sin acceso a agua corriente.