Estados Unidos e Israel han entablado conversaciones con autoridades de Sudán, Somalia y la región separatista de Somalilandia para evaluar la posibilidad de reasentar a palestinos desplazados de la Franja de Gaza. Este plan forma parte de la estrategia de posguerra impulsada por el presidente estadounidense, Donald Trump, según informaron funcionarios de ambos países.
Las negociaciones reflejan el interés de Washington y Jerusalén en avanzar con un proyecto que ha generado fuertes críticas a nivel internacional, pero que también ha acelerado debates sobre el futuro de Gaza. Mientras que Sudán ha rechazado la propuesta, representantes de Somalia y Somalilandia aseguraron a The Associated Press que no han sido contactados al respecto.
El plan, que plantea la reubicación de más de dos millones de gazatíes en países con altos niveles de pobreza y violencia, contradice la promesa de Trump de ofrecer a los palestinos un entorno con mejores condiciones de vida. La iniciativa surgió tras un alto el fuego mediado por Estados Unidos, Egipto y Qatar, que puso fin a la guerra en Gaza iniciada el 7 de octubre de 2023, cuando el grupo terrorista Hamás dirigió un ataque contra Israel, dejando 1.200 muertos y cientos de secuestrados.
La guerra ha dejado la Franja en ruinas, impulsando la necesidad de un plan de reconstrucción. Israel exige una nueva administración para sustituir a Hamás, mientras el cese al fuego en tres fases se encuentra estancado en medio de acusaciones de incumplimiento por ambas partes.
Trump propone que Estados Unidos asuma el control del enclave palestino, lo limpie y lo transforme en un proyecto inmobiliario, mientras los gazatíes serían reasentados de forma permanente en otros países. Esta idea, antes considerada extrema en los sectores ultranacionalistas de Israel, ha sido respaldada por el primer ministro Benjamin Netanyahu, quien la calificó de “visión audaz”. Además, el ministro de Defensa, Israel Katz, ha defendido la creación de un organismo gubernamental para fomentar la migración voluntaria desde Gaza.
Los palestinos han rechazado la propuesta, argumentando que la reubicación no sería voluntaria, mientras que países árabes han manifestado su firme oposición y proponen un plan alternativo para reconstruir Gaza sin desplazar a su población. Organizaciones de derechos humanos advierten que presionar o forzar a los palestinos a abandonar su hogar podría constituir un crimen de guerra.
En medio de las críticas, Trump matizó su postura esta semana y afirmó que “nadie está expulsando a ningún palestino de Gaza”, aunque la Casa Blanca insiste en que el presidente sigue firme en su visión.
Funcionarios estadounidenses e israelíes, bajo condición de anonimato debido a la naturaleza secreta de la iniciativa, confirmaron contactos con Somalia y Somalilandia, mientras que los estadounidenses también mencionaron a Sudán. No se ha determinado el avance logrado ni el nivel de las discusiones.
El acercamiento a estos tres países comenzó el mes pasado, pocos días después de que Trump presentara su plan para Gaza junto a Netanyahu. Según fuentes estadounidenses, Israel lidera las conversaciones.
A cambio de cooperación, Estados Unidos e Israel ofrecen incentivos en materia financiera, diplomática y de seguridad. Este enfoque se asemeja a los Acuerdos de Abraham, promovidos por Trump hace cinco años para normalizar relaciones entre Israel y cuatro países árabes.
Ni la Casa Blanca ni las oficinas de Netanyahu y del ministro de Asuntos Estratégicos, Ron Dermer, encargado de la planificación posguerra, han emitido comentarios al respecto.
Por otro lado, el ministro de Finanzas, Bezalel Smotrich, defensor de la emigración “voluntaria” de palestinos, declaró que Israel busca países dispuestos a recibirlos. También anunció la creación de un “departamento de emigración muy grande” dentro del Ministerio de Defensa.
A continuación, un análisis detallado de los países contactados.
Sudán rechazó aceptar palestinos en su territorio
Sudán, uno de los países que normalizó relaciones con Israel en 2020 bajo los Acuerdos de Abraham, fue contactado por la administración Trump para aceptar palestinos desplazados. Sin embargo, funcionarios sudaneses aseguraron que la propuesta fue rechazada de inmediato.
Como parte del acuerdo de 2020, EE. UU. retiró a Sudán de su lista de Estados patrocinadores del terrorismo, permitiéndole acceder a préstamos internacionales y mejorar su posición global. A pesar de esto, la relación con Israel no avanzó debido al estallido de la guerra civil entre el gobierno y las fuerzas paramilitares RSF. la guerra ha estado marcado por crímenes de guerra, asesinatos y violaciones por motivos étnicos, según la ONU y organizaciones de derechos humanos. La Corte Penal Internacional investiga posibles crímenes de lesa humanidad, mientras que EE. UU. calificó en enero las acciones de las RSF como genocidio.
Atraer palestinos a Sudán sería un desafío para EE. UU. e Israel debido a la inestabilidad del país. No obstante, se habrían ofrecido incentivos al gobierno de Jartum, como alivio de deuda, apoyo diplomático, tecnología y asistencia militar contra las RSF.
Dos funcionarios sudaneses, bajo anonimato, confirmaron que la administración Trump inició los contactos antes de la investidura presidencial, incluyendo promesas de ayuda para la reconstrucción posguerra. Pese a estos ofrecimientos, el gobierno militar sudanés rechazó la idea categóricamente.
El general Abdel-Fattah Burhan, líder militar de Sudán, reafirmó en una cumbre árabe en El Cairo que su país se opone a cualquier plan que implique la expulsión de palestinos de su territorio bajo cualquier pretexto.
EE. UU. explora reconocimiento de Somalilandia a cambio de cooperación
Somalilandia, con más de 3 millones de habitantes en el Cuerno de África, busca reconocimiento internacional tras más de 30 años de separación de Somalia, aunque sigue sin ser reconocida como un estado independiente.
El nuevo presidente, Abdirahman Mohamed Abdullahi, ha convertido el reconocimiento global en una prioridad. Un funcionario estadounidense confirmó que EE. UU. mantiene “conversaciones discretas” con Somalilandia sobre posibles formas de cooperación a cambio de dicho reconocimiento.
Este ofrecimiento podría llevar a Abdullahi a distanciarse de su respaldo a los palestinos. Emiratos Árabes Unidos, firmante de los Acuerdos de Abraham y aliado de Israel, ya ha tenido presencia militar en Somalilandia y mantiene intereses comerciales, incluido un puerto estratégico. Su ubicación en el Golfo de Adén, cerca de Yemen, añade relevancia geopolítica al territorio.
A pesar de su entorno político relativamente estable, Somalilandia enfrenta una de las economías más frágiles del mundo. Su situación contrasta con la de Somalia, sumida en conflictos y ataques de al-Shabab, grupo extremista vinculado a al-Qaeda. Desde 1991, Somalilandia opera con su propio gobierno, moneda y sistema de seguridad.
Un funcionario somalilandés, bajo anonimato, afirmó que su gobierno no ha recibido ningún contacto y que no existen conversaciones sobre la acogida de palestinos.
Somalia mantiene su apoyo a palestinos y descarta recibir refugiados
Somalia, firme defensor de la causa palestina, ha organizado numerosas protestas en su apoyo y participó en la reciente cumbre árabe que rechazó el plan de Trump. Su postura hace improbable que acepte acoger a palestinos desplazados.
Sambu Chepkorir, abogado e investigador de conflictos en Nairobi, cuestionó la lógica de que Somalia reciba palestinos, dado su respaldo al autogobierno palestino. Sin embargo, sugirió que podrían existir razones ocultas detrás de cualquier posible cambio de postura.
Un funcionario somalí, bajo anonimato, aseguró que el gobierno no ha sido contactado ni ha mantenido conversaciones sobre la recepción de palestinos.