Los funcionarios de las Naciones Unidas expresaron su profunda preocupación el lunes ante la acumulación en Egipto de suministros críticos de alimentos y medicinas destinados a Gaza, obstaculizados por el continuo cierre del cruce de Rafah. Esta interrupción ha perturbado significativamente los esfuerzos de entrega de ayuda en medio de las intensificadas operaciones militares de Israel contra Hamás.
Impacto del cierre del cruce de Rafah en la ayuda humanitaria hacia Gaza
Edem Wosornu, un alto funcionario de ayuda de la ONU, describió la situación en Gaza como terrible, comparándola con “una catástrofe, una pesadilla, como el infierno en la tierra”. Informó al Consejo de Seguridad de la ONU que más de 82.000 toneladas métricas de suministros esenciales habían quedado estancadas debido al cierre del cruce. El cierre del cruce, atribuido por Egipto a las continuas amenazas militares, ha impedido la entrega de la ayuda que muchos en Gaza necesitan desesperadamente mientras enfrentan un ataque militar israelí.
La guerra, que comenzó tras la masacre perpetrada por Hamás el 7 de octubre, ha provocado un importante desplazamiento de civiles; las estimaciones de la ONU sugieren que 900.000 personas se han visto obligadas a huir solo de Rafah. El embajador israelí, Gilad Erdan, defendió las acciones militares en el Consejo de Seguridad, argumentando la necesidad de atacar a Hamás en Rafah y abogando por la reubicación temporal de civiles a zonas más seguras.
Interrupciones logísticas en la entrega de ayuda en Gaza
Camiones que transportan ayuda humanitaria para la Franja de Gaza están estacionados, en medio de la guerra en curso en Gaza entre Israel y el grupo islamista palestino Hamás, en el cruce de Erez en el sur de Israel, el 5 de mayo de 2024.
Mientras tanto, la logística de la ayuda sigue enfrentando desafíos, incluido el funcionamiento limitado del nuevo muelle construido en Estados Unidos. A pesar de los éxitos iniciales, la entrega de ayuda desde este muelle ha sido inconsistente y no se recibió ayuda en los últimos días debido a preocupaciones de seguridad y complicaciones logísticas.
El muelle, parte de una iniciativa estadounidense que costó aproximadamente 320 millones de dólares, fue diseñado para manejar hasta 150 camiones por día, pero no cumplió con estas expectativas.