El martes, ingresaron a la Franja de Gaza cerca de 900 camiones cargados con ayuda humanitaria, coincidiendo con el tercer día de un alto el fuego entre Israel y Hamás. Mientras tanto, un funcionario de la ONU indicó que no se han registrado problemas significativos de seguridad o de ley hasta el momento.
Con estas últimas entregas, el número total de camiones que ingresaron al enclave en tres días supera los 2.400. Durante los 15 meses de conflicto, la ONU ha descrito su operación humanitaria como compleja, enfrentándose a obstáculos como las restricciones impuestas por Israel, las operaciones militares en curso y saqueos perpetrados por grupos armados dentro de Gaza.
Las fuerzas armadas israelíes han señalado que los ataques y robos de ayuda son una preocupación constante, especialmente en la región sur. COGAT, organismo del Ministerio de Defensa israelí encargado de la asistencia humanitaria, denunció que los convoyes han sido atacados por miembros de Hamás y familias vinculadas al crimen organizado.
Desde el inicio de la guerra, Israel ha asegurado que trabaja para abordar la crisis humanitaria, aunque subraya que los mayores desafíos radican en la distribución de la ayuda por parte de la ONU. Muhannad Hadi, principal responsable de la ONU para Gaza y Judea y Samaria, informó de incidentes menores de saqueo durante los últimos días, destacando que no han alcanzado la magnitud de situaciones previas. Explicó que en algunos casos, jóvenes intentaron llevarse alimentos o agua de los camiones.
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Hadi expresó su esperanza de que, con el tiempo, estas situaciones disminuyan al comprender la población de Gaza que habrá ayuda suficiente para todos.
Según la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de la ONU, el martes ingresaron 897 camiones de ayuda, una cifra que se compara con los 630 del domingo y los 915 del lunes. El acuerdo de tregua establece la entrada de al menos 600 camiones diarios durante las primeras seis semanas, incluyendo 50 con combustible. Se espera que la mitad de estos recursos se dirijan al norte de Gaza, donde los expertos advierten que la población enfrenta riesgos de hambruna.
Hadi alertó sobre posibles complicaciones en las operaciones de ayuda, explicando que las carreteras dentro de Gaza están gravemente dañadas, lo que limita la logística. Además, la movilidad de las personas dentro del enclave añade otro nivel de dificultad a la distribución.
La ONU identificó como prioridades humanitarias la distribución de alimentos, el funcionamiento de panaderías, la atención médica, el abastecimiento de hospitales, la reparación de redes de agua, la provisión de materiales para refugios y la reunificación de familias afectadas por la guerra.