Morton Klein, director de la Organización Sionista de América (ZOA), considera que el proyecto del presidente estadounidense Donald Trump para reubicar a dos millones de habitantes de Gaza y reconstruir la Franja representa una solución beneficiosa para todas las partes involucradas.
Según Klein, los gazatíes enfrentan un panorama devastador. «El 70 % del territorio ha quedado destruido y no existen condiciones para una vida normal. No se trata de una expulsión forzada, sino de una alternativa que mejora su situación y elimina una amenaza como Hamás en la frontera sur de Israel. Si se les construirán nuevas viviendas, que sean en un lugar donde puedan prosperar», afirmó.
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Actualmente en Israel para asistir a una reunión de líderes de organizaciones judías estadounidenses, Klein se ha destacado por posturas que lo colocan en una posición singular dentro de la comunidad judía en Estados Unidos.
«Soy el único que rechazó la liberación de rehenes a cambio de terroristas y el único que se opone abiertamente a un Estado palestino», declaró.
El regreso de Trump a la Casa Blanca entusiasma a Klein, quien confía en que su administración refuerce políticas alineadas con los intereses de la ZOA.
«Durante su primer mandato, Trump trasladó la embajada a Jerusalén, reconoció la soberanía israelí sobre los Altos del Golán y redujo la asistencia a los palestinos», destacó Klein. «Ahora ha conformado el gabinete más proisraelí que haya visto. Eso resulta sumamente alentador».
Sin embargo, mostró preocupación por la posibilidad de que un futuro gobierno estadounidense decida modificar el plan para Gaza, permitiendo el retorno masivo de palestinos.
«El próximo presidente podría tener una postura distinta y facilitar la llegada de un millón de árabes», advirtió. «Israel debe mantener el control del territorio, no Estados Unidos«.
Desde su fundación hace casi 130 años, la ZOA defiende a Israel en tribunales y a través del cabildeo político, además de operar en 70 campus universitarios para brindar asistencia legal a estudiantes judíos afectados por el antisemitismo.
Klein rechaza que su postura sea etiquetada como de derecha y sitúa a la ZOA en una posición «racionalista y centrista».
«Hemos acertado en todo. La mayoría de Israel rechaza un Estado palestino, ¿eso sigue siendo una opinión de derecha?», cuestionó. «Apoyaríamos su creación si garantizara la paz, pero no hay evidencias de que sea así. La verdad no es una cuestión política».
Convencido de que más judíos estadounidenses compartirían sus ideas si tuvieran acceso a la información, Klein asegura recibir ovaciones tras sus charlas en sinagogas reformistas y conservadoras.
«Expongo hechos que muchos desconocen. La Carta de Hamás exige la destrucción de Israel. La Autoridad Palestina paga pensiones a terroristas que asesinan judíos. Los libros de texto promueven odio y violencia. Nadie habla de esto en las noticias. Cuando las personas acceden a la verdad, reaccionan con racionalidad», concluyó.