La población de Gaza, agotada por la guerra, lamenta la muerte del líder de Hamás, Ismail Haniyeh, señalando que esto complicará los intentos de negociar un alto el fuego con Israel.
Saleh al-Shannar, desplazado de su hogar en el norte de Gaza, comenta: “Este hombre podría haber firmado el acuerdo de intercambio de prisioneros con los israelíes. ¿Por qué lo mataron? Mataron la paz, no a Ismail Haniyeh”.
Nour Abu Salam, otra persona desplazada, opina que este asesinato refleja la falta de voluntad de Israel para acabar con la guerra y establecer la paz en la región. “Al asesinar a Haniyeh, están destruyendo todo”, afirma.
Cientos de manifestantes palestinos salieron a las calles de Ramallah y otras ciudades de Judea y Samaria en protesta por el asesinato. Portaban decenas de banderas verdes de Hamás y coreaban: “El pueblo quiere las Brigadas Al Qassam”, en referencia al ala militar del grupo.
En Ramallah, donde el gobierno de la Autoridad Palestina, dominado por Fatah, ha mantenido un conflicto prolongado con Hamás por el control de los dos territorios palestinos, es inusual que se manifieste abiertamente a favor de Hamás.