El presidente de Chipre, Nikos Christodoulides, ha hecho un llamado urgente para llevar a cabo una investigación inmediata sobre el trágico suceso en el que siete trabajadores humanitarios perdieron la vida durante un ataque aéreo en Gaza. Este incidente afectó a un convoy de World Central Kitchen (WCK), una organización con base en Estados Unidos, que desempeña un papel vital en la distribución de ayuda humanitaria en Gaza. El ataque ocurrió mientras el equipo de WCK descargaba más de 100 toneladas de alimentos, suministrados por mar desde Chipre.
Tras sostener una reunión con Roberta Metsola, presidenta del Parlamento Europeo, Christodoulides enfatizó la necesidad de intensificar los esfuerzos para proporcionar asistencia a Gaza. “Necesitamos redoblar los esfuerzos para llevar ayuda a Gaza”, afirmó el mandatario, resaltando la importancia de la colaboración con World Central Kitchen como un “socio crucial” en estas operaciones.
La tragedia afectó a ciudadanos de Australia, Polonia y Gran Bretaña, quienes formaban parte del equipo atacado. Como respuesta inmediata al ataque, World Central Kitchen anunció la suspensión de todas sus operaciones en la región. La organización ha jugado un papel activo en Gaza desde octubre, facilitando el transporte de alimentos tanto por rutas terrestres como mediante lanzamientos aéreos.
Recientemente, WCK había inaugurado el corredor marítimo “Amaltea”, una nueva vía para transportar ayuda humanitaria desde Chipre a Gaza. Este corredor se estrenó con éxito el mes pasado, y un segundo convoy, transportando más de 300 toneladas de ayuda, partió de Chipre el fin de semana anterior al ataque.
El presidente Christodoulides reafirmó su compromiso con la continuación del proyecto Amaltea, asegurando que este seguirá en operación mientras persistan las necesidades humanitarias en Gaza.