Un legislador del partido Likud, que lidera el primer ministro Benjamin Netanyahu, ha declarado que retirará su apoyo al gobierno si se decide retirar las tropas de las FDI de la frontera entre Gaza y Egipto, conocida como el Corredor Filadelfia.
En días recientes, varios informes han sugerido que Israel ha mostrado una disposición creciente a reconsiderar su control directo sobre esta frontera crucial. Los negociadores han discutido alternativas, como la implementación de sistemas de vigilancia electrónica controlados por Israel para evitar el contrabando de armas hacia Gaza. Sin embargo, la oficina de Netanyahu ha desmentido estos informes.
El diputado del Likud, Moshe Saada, expresó a Radio 103FM: “En pocas palabras, si no estamos en el Corredor de Filadelfia, no estaremos en el Estado de Israel”, calificando la franja fronteriza como la “tubería de oxígeno” de Hamás.
“Abandonar el Corredor de Filadelfia es una amenaza existencial para la vida de la nación judía en la Tierra de Israel. Esta es una de las líneas rojas porque, lamentablemente, está escrita con sangre”, afirmó Saada.
Ante la pregunta de si renunciaría en caso de una retirada, Saada respondió: “No apoyaré al gobierno. Se lo he dicho al primer ministro en el pasado y creo que está de acuerdo conmigo”.