El grupo terrorista Yihad Islámica Palestina (PIJ) mantiene aún cautivos a siete israelíes, capturados el 7 de octubre, según reporta el periódico saudí Asharq al-Awsat.
El 8 de octubre, Ziyad Nakhaleh, líder del PIJ, declaró que el grupo tenía bajo su control a más de 30 de los 251 rehenes secuestrados en Gaza durante la masacre llevada a cabo por Hamás en el sur de Israel el día anterior. Algunos de estos rehenes fueron liberados durante una tregua de una semana en noviembre, aunque no se ha confirmado si alguno de los cautivos bajo control de la Yihad Islámica ha muerto.
Además, el informe señala que la cooperación entre Hamás y la Yihad Islámica se ha intensificado tras el asesinato del líder de Hamás, Ismail Haniyeh, en Teherán el mes pasado. Esta colaboración se ha fortalecido no solo en la Franja de Gaza, sino también en Judea y Samaria. Como prueba de ello, está el fallido atentado suicida cometido por un residente de Nablús en Tel Aviv el domingo pasado, del que ambos grupos terroristas se atribuyeron la responsabilidad conjunta.
Aunque las Brigadas Al Quds, el brazo armado del PIJ, han sufrido importantes pérdidas en su personal sobre el terreno en Gaza, sus líderes parecen estar a salvo en el extranjero. Según el informe, su arsenal ha resistido mejor que el de Hamás en la actual guerra, lo que les permite seguir lanzando cohetes contra Israel. El ataque más reciente tuvo lugar el 6 de agosto, cuando lanzaron cohetes contra las ciudades de Ashkelon y Sderot, en el sur de Israel, aunque el grupo también ataca regularmente a las fuerzas de las FDI en la Franja de Gaza.
Las ofensivas con cohetes suelen ser de baja intensidad, con un máximo de tres proyectiles por vez. A diferencia de Hamás, el PIJ aún puede disparar desde toda la Franja de Gaza, incluidas la ciudad de Gaza y el norte, según el informe. La mayoría de los proyectiles en su arsenal son de corto alcance, con una distancia máxima de disparo de entre 7 y 8 kilómetros (4,3 a 5 millas).