El ministro de Seguridad Nacional, Itamar Ben-Gvir, llegó el domingo a la reunión semanal del Gabinete con la exigencia de que el ministro de Defensa, Yoav Gallant, haga cumplir la ley por igual tras la demolición el viernes de un nuevo puesto judío en Judea y Samaria.
“Como ministro de Seguridad Nacional, creo en el Estado de derecho, pero no puede haber una ley para los árabes y otra para los judíos. La ley debe aplicarse también en Jan al Ahmar y en decenas de puestos de avanzada árabes ilegales”, dijo Ben-Gvir.
El partido Sionismo Religioso boicoteó por completo la reunión del Consejo de Ministros en protesta por la demolición del puesto de avanzada judío el viernes, y amenaza con boicotear también las votaciones de mañana en la Knesset.
Reshet Bet informó de que el partido ha acusado al ministro de Defensa, Yoav Gallant, de impedir la transferencia de poderes al presidente del partido Sionismo Religioso, Bezalel Smotrich, incluido el establecimiento de la administración que se supone que nacionalizará la Administración Civil.
Funcionarios del partido Sionismo Religioso incluso lanzaron una amenaza a los miembros del Likud y declararon que “si no hay avances en la resolución de la crisis, consideraremos ausentarnos de las votaciones de la Knesset del lunes”.