El ministro de Seguridad Nacional, Itamar Ben-Gvir, recorrió el domingo, junto con el ministro de Galilea y el Néguev, Yitzhak Wasserlauf, la zona donde el día anterior se produjeron violentos disturbios entre infiltrados eritreos.
“A aquellos (agentes) que estuvieron en peligro y abrieron fuego, les damos nuestro apoyo. Aprecio vuestro trabajo”, dijo Ben-Gvir a los policías durante el recorrido.
“Estoy satisfecho por el hecho de que el comité ministerial haya aceptado mi propuesta de iniciar un proceso administrativo contra los alborotadores que fueron detenidos y que serán detenidos. Deben permanecer en prisión hasta que sean deportados. Incluso los que no apoyan al régimen no tienen por qué estar aquí”, añadió.
Ben-Gvir continuó: “No necesitan estar aquí, este no es el lugar para ellos, les recuerdo una cosa, advertimos de esta situación durante muchos años, me alegro de que tengamos la oportunidad de enmendar y cambiar realmente esta realidad. El proceso administrativo, los arrestos a través del proceso administrativo tienen un umbral de evidencia bajo, además es por delitos menores, pero es un proceso que los va a llevar a la cárcel, a un centro de detención hasta que sean deportados”.
Para concluir, aclaró: “Me opongo a la detención administrativa de ciudadanos israelíes que garabateen pintadas en la carretera o dañen la propiedad. Sin duda apoyo la detención administrativa de quienes intentan asesinar a agentes de policía. No están aquí legalmente, no necesitan estar aquí. Me alegra que el comité ministerial haya adoptado muchas de mis propuestas”.
El sábado estallaron graves enfrentamientos entre ciudadanos eritreos favorables y contrarios al régimen en el sur de Tel Aviv. La policía utilizó fuego real y, durante los enfrentamientos, 135 personas resultaron heridas, de las cuales 30 eran policías. Al menos 39 alborotadores fueron detenidos.