Irán ha cruzado las líneas rojas y se ha convertido, de facto, en un país casi nuclear. Es imperativo detener y revertir este avance.
El lunes, la OIEA publicó un informe indicando que Irán posee 142,1 kilogramos de uranio enriquecido hasta un 60% y 751,3 kilogramos de uranio enriquecido hasta un 20%.
Este volumen de uranio es suficiente para la fabricación de al menos ocho bombas nucleares.
El objetivo estratégico de Irán es desviar la atención de Israel hacia conflictos con sus proxies (Hezbolá, Yihad Islámica, Hamás y otros) para que no nos ocupemos de detener a Irán.
No debemos caer en esta trampa ni descuidar nuestra vigilancia. Hay acciones que podemos tomar mediante planificación operativa y sabiduría diplomática.
Esta es una amenaza existencial que debe ser una prioridad máxima para los líderes israelíes.