A petición del partido Lista Árabe Unida (Ra’am), el gobierno ha aprobado esta tarde (domingo) la transferencia de la rama superior de desarrollo económico y social en el sector beduino y la Autoridad de Desarrollo y Asentamiento Beduino del Ministerio de Economía al Ministerio de Trabajo, Bienestar y Servicios Sociales.
La medida forma parte de los acuerdos de coalición firmados antes de la formación del gobierno. El partido Ra’am ha anunciado esta mañana que no votará de acuerdo con las exigencias de la coalición hasta que se promulgue la medida. A raíz de la amenaza, el Primer Ministro Bennett decidió someter la cuestión a votación.
MK Miki Zohar, del Likud, respondió a la decisión: “No es sorprendente que Bennett esté de acuerdo con todas [las demandas de Ra’am]. Es lo que se ve obligado a hacer cuando no tiene el apoyo de la opinión pública. Mientras él sea primer ministro, el Estado de Israel [seguirá] retrocediendo en todos los parámetros, ya sea la seguridad, la economía o los intereses sociales”.
Incluso antes de las últimas condiciones de Ra’am, varios miembros del partido habían amenazado con hacer caer el gobierno durante la semana pasada. El MK del partido, Walid Taha, escribió en su cuenta de Twitter: Ra’am ya no votará en la Knesset, ni participará en los debates de la comisión de la Knesset, “hasta nuevo aviso”. Después vino la amenaza de MK Mazen Ghanaim de derrocar la coalición si Israel comenzaba los ataques a Gaza.
A primera hora del día, el Gabinete Político-Seguridad aprobó una ley presentada por el ministro de Defensa Gantz, que congela de hecho los pagos de la Autoridad Palestina a los terroristas y sus familias.
Según un informe presentado por el Cuartel General de Guerra Económica del ministerio, la Autoridad Palestina ha transferido 597 millones de NIS para el apoyo indirecto al terrorismo solo en 2020.
A partir del 1 de agosto, se deducirán 50 millones de NIS de los impuestos recaudados por Israel para la AP con carácter mensual. Los fondos de compensación serán congelados y no serán utilizados por las autoridades israelíes.
El ex primer ministro Benjamin Netanyahu evitó aprobar la compensación de la financiación de la AP hasta que la presión de la derecha le obligó a intervenir en el asunto.