Durante una sesión informativa a los periodistas tras su discurso de ayer en la Asamblea General de la ONU, el primer ministro Naftali Bennett respondió a una pregunta de Arutz Sheva sobre si está trabajando seriamente para asegurar el regreso de los soldados de las FDI Hadar Goldin y Oron Shaul, cuyos cuerpos han sido retenidos por la organización terrorista Hamás desde 2014.
Bennett rechazó en primer lugar la afirmación de que el responsable de la cuestión de los prisioneros y desaparecidos, Yaron Blum, “recibe dinero gratis y no hace nada por los soldados”, como afirman los allegados de Hadar Goldin.
Bennett dijo que Blum está trabajando muy duro para traer de vuelta a Goldin y Shaul, así como a Avera Mengistu y Hisham al-Sayed, dos civiles israelíes que también están retenidos por Hamás en Gaza. Bennett dijo que insistió en la cuestión de los cautivos en su reunión con el secretario general de la ONU.
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“Le dije que Hadar Goldin fue secuestrado durante el alto el fuego iniciado por la ONU y, por tanto, le corresponde a él, como secretario general de la organización, hacer todo lo posible para devolver a los soldados”. Habló de los civiles y señaló que su cautiverio constituye un abuso humanitario por parte de las organizaciones terroristas de Gaza.
Bennett subrayó que Hamás exige la liberación de cientos de terroristas con las manos manchadas de sangre, “una medida a la que me opongo como me he opuesto en el pasado”. No respondió a la pregunta de por qué Israel no utiliza la influencia adicional que tiene para llevar a Hamás a un acuerdo y solo señaló que la cuestión no se ha retirado de la agenda y se saca a colación en los diversos foros del establishment de defensa en cada oportunidad.