El ministro de Defensa Naftali Bennett pidió el jueves la “inmediata y calculada” reapertura de la economía y el sistema educativo de Israel, mientras que calificó de “destructivo” el enfoque más conservador del Ministerio de Salud para aliviar las restricciones.
“Un millón de ciudadanos israelíes han perdido sus trabajos en el último mes. Muchos más los seguirán”, lamentó Bennett en una conferencia de prensa.
“La continuación de la política de cierre del Ministerio de Salud es destructiva para el futuro del Estado de Israel”, añadió el ministro. “Hay otra manera: [de ser] responsable pero decidido”.
Presentando su plan para reabrir el sistema educativo, Bennett pidió que se abrieran guarderías, jardines de infantes y grados 1-3 “con precauciones”, incluyendo la toma de temperatura, la desinfección y el uso de máscaras. Sugirió que se utilicen aulas vacías para los grados mayores, para que los estudiantes se dispersen.
Bennett dijo que las librerías, las tiendas de cosméticos, los centros comerciales y las tiendas de servicios a domicilio deberían poder reabrir, mientras que los cines, los eventos deportivos y las grandes reuniones no deberían hacerlo.
En cuanto a las bodas y otras reuniones, Bennett sugirió inicialmente ampliar el límite de 19 a 50 personas y luego a 100 personas a partir del 10 de mayo.
El Canal 12, mientras tanto, informó que los ministros aprobarían la reapertura de las peluquerías y otras tiendas durante su reunión de gabinete más tarde el jueves, además de permitir a los clientes recoger la comida de los restaurantes.
El jueves por la mañana, el Ministerio de Salud anunció que el número de casos de coronavirus había aumentado a 14.592, 94 más que el miércoles por la noche.
El ministerio dijo el jueves que 136 personas están en estado grave, 107 de ellas con respiradores. Otras 112 estaban en condición moderada, y la gran mayoría presentaba síntomas leves. Dijo que 5.334 se han recuperado del virus, frente a 4.961 el día anterior.
El subdirector general del Ministerio de Salud, Itamar Grotto, dijo al sitio de noticias Ynet que la actual ola del coronavirus parece haberse “agotado”, pero también advirtió contra la complacencia pública que podría llevar a un nuevo resurgimiento de los casos.
El gobierno ha sido presionado para acelerar la reapertura del país, aunque los funcionarios han expresado su temor de que el virus pueda rebotar fácilmente y advirtieron que todavía se podrían establecer restricciones.
Como muestra de estos temores, el gabinete votó el miércoles para limitar severamente las conmemoraciones y celebraciones de la independencia de Israel y los días de conmemoración de la próxima semana, y del mes santo musulmán del Ramadán.