Hoy una delegación de alto rango de Israel viaja hacia El Cairo, a pesar de los recientes ataques perpetrados por Hezbolá. Así lo ha informado un funcionario israelí al medio The Times of Israel. La comitiva está liderada por el jefe del Mossad, David Barnea, y el director del Shin Bet, Ronen Bar.
De acuerdo con este funcionario, Estados Unidos está ejerciendo una notable presión sobre Israel con el fin de que se alcance un acuerdo, con el objetivo de evitar una escalada bélica de mayores proporciones en la región.
Una de las peticiones de Washington ha sido que Israel emita comunicados que demuestren su intención de evitar una mayor escalada, manteniendo el interés en avanzar hacia un acuerdo sobre los rehenes.
A pesar de ello, Israel mantiene una postura de escepticismo sobre la posibilidad de que Hamás acceda a un acuerdo, aunque el país sigue dispuesto a continuar las negociaciones mientras haya posibilidades de éxito.
En relación con el delicado tema de la presencia de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) en la ruta de Filadelfia, en caso de lograrse un acuerdo, la fuente destacó que tanto Israel como Egipto coinciden en que las tropas israelíes se retirarán de áreas cercanas a centros poblados. No obstante, las fuerzas israelíes no tendrán que retirarse completamente de la zona fronteriza.