Gadi Eisenkot, exjefe del Estado Mayor y actual diputado del partido Unidad Nacional, reconoció que no anticipó el ataque mortal del 7 de octubre perpetrado por Hamás. Durante una conferencia en honor a Meir Dagan, realizada en el Colegio Netanya, explicó que semanas antes del asalto había alertado al primer ministro sobre la fractura interna en la sociedad israelí y pidió frenar procesos que, según él, debilitaban al país. No obstante, admitió que su atención estaba dirigida al frente norte y no previó la ofensiva de Hamás.
Señaló que, en medio de la guerra, el gobierno ha impulsado reformas judiciales y una ley de exención, mientras convocaba a 400.000 reservistas. A su juicio, esto demuestra una “locura de liderazgo”, ya que se ignora la necesidad de un trato igualitario para todos los ciudadanos.
Arremetió contra Benjamin Netanyahu al acusarlo de haber evitado deliberadamente la creación de un marco estratégico durante años, incluso cuando Eisenkot era su secretario militar. Consideró que esa omisión refleja una falla estructural que explicaría el temor a la instalación de una comisión estatal de investigación.
Criticó también la gestión actual de la guerra en Gaza, al asegurar que el gobierno está centrado en crear una narrativa retroactiva en lugar de planificar a futuro. Según Eisenkot, Hamás y la Yihad Islámica cuentan con entre 35.000 y 40.000 combatientes, y la falta de una alternativa política al terminar la guerra prolonga la resistencia armada. Afirmó que la razón para no establecer una nueva administración en Gaza es exclusivamente política.
Como solución, propuso formar un gobierno tecnócrata en colaboración con los países del Golfo y avanzar hacia una resolución gradual de la guerra. Defendió la necesidad de negociar la liberación de los rehenes, incluso si eso implica concesiones significativas. Criticó el enfoque de Netanyahu y respaldó el esquema propuesto por Witkoff, al considerarlo más acertado. Para Eisenkot, solo al expulsar a los líderes de Hamás, desmilitarizar Gaza y asegurar sus fronteras, Israel podrá retomar su atención en la amenaza principal: Irán.