La mayoría de los israelíes quiere que la coalición de gobierno del primer ministro Naftali Bennett termine, según una encuesta de Channel 12 News publicada el lunes.
Las cifras muestran que el 56% de los israelíes cree que el gobierno de Bennett no debería “seguir existiendo”, y sólo el 35% sigue apoyando al gobierno.
El gobierno de Bennett tomó posesión el pasado mes de junio después de cuatro elecciones en las que se produjo un empate. La coalición, que incluye un conjunto de ocho partidos de extrema derecha, liberales y árabes, se ha acercado cada vez más a la implosión en las últimas semanas, con varios diputados abandonando sus filas.
Entre los que votaron a los partidos de la coalición, el 63% dijo que seguía apoyando al gobierno, y el 29% afirmó que debía terminar su mandato.
Según el sondeo, si las elecciones se celebraran en este momento, el Likud obtendría 36 escaños, seguido de Yesh Atid (20), Kajol-Lavan (10), el Partido Sionista Religioso (9), el partido ultraortodoxo sefardí Shas (8), el partido haredi asquenazí Judaísmo Unido de la Torá (7), el Laborismo (6), Yisrael Beytenu (5), Yamina (5), Ra’am (5), la Lista Árabe Conjunta (5) y Meretz (4).
El partido Nueva Esperanza del ministro de Justicia, Gideon Sa’ar, no logra superar el umbral electoral de cuatro escaños en la Knesset, que es del 3,25% de los votos.
Estos resultados dan a la coalición gobernante sólo 55 escaños en la Knesset, de 120, mientras que el bloque de la oposición podría conseguir 60 escaños, a sólo uno del mínimo necesario para formar gobierno.
Preguntados por quién creen que es el más adecuado para el papel de primer ministro, el 47% nombró al ex primer ministro y actual líder de la oposición, Benjamin Netanyahu. Sólo el 21% se decantó por Bennett.
Entre Netanyahu y el primer ministro designado, Yair Lapid, el 46% prefirió a Netanyahu, mientras que el 27% se inclinó por Lapid. Entre Netanyahu y el líder de Kajol-Lavan Benny Gantz, el 46% nombró a Netanyahu, mientras que el 21% se decantó por Gantz.
Bennett advirtió el lunes que la coalición podría desmoronarse en un par de semanas si los legisladores rebeldes dentro de la alianza no cooperan plenamente.
“Estamos luchando por el gobierno estos días”, dijo a la Knesset. “Estamos luchando porque la elección es entre el caos y la estabilidad”.