Un proyecto legislativo titulado “El proyecto de ley de la Nakba” llegó al Parlamento de Ottawa, promovido por el Consejo Nacional de Musulmanes Canadienses (NCCM). Esta iniciativa busca transformar la postura de Canadá frente al conflicto en Oriente Medio, enfocándose en la defensa de los derechos humanos y el reconocimiento de las demandas palestinas.
La propuesta establece el 15 de mayo como día oficial para conmemorar la Nakba, término que refiere a la Guerra de Independencia de Israel en 1948 y que muchos activistas propalestinos asocian con la expulsión y desplazamiento de palestinos. De aprobarse, Canadá se convertiría en una de las pocas naciones occidentales en reconocer formalmente este evento como una tragedia histórica, alineándose con narrativas palestinas.
El NCCM detalló en un comunicado los principales objetivos del proyecto. Entre sus disposiciones, Canadá deberá:
- Reconocer formalmente el Estado de Palestina como entidad soberana.
- Imponer sanciones a individuos implicados en crímenes de guerra, incluyendo a funcionarios con órdenes de arresto emitidas por la Corte Penal Internacional y a quienes tengan vínculos con organizaciones consideradas terroristas en Canadá, como Otzma Yehudit, asociado a Kahane Chai.
- Establecer un embargo total de armas hacia países que violen los derechos humanos, acompañado de medidas para garantizar transparencia y cerrar vacíos legales en las regulaciones actuales.
- Incorporar una definición federal de racismo antipalestino para combatir el aumento de la discriminación y el odio en el país.
- Prohibir la importación de bienes provenientes de asentamientos israelíes ilegales, asegurando que las empresas canadienses no participen en actividades que contravengan el derecho internacional.
- Reformar leyes para vetar el reclutamiento de militares extranjeros en territorio canadiense si estos están involucrados en abusos contra los derechos humanos.
- Implementar medidas migratorias de emergencia para facilitar la reunificación familiar de residentes de Gaza con ciudadanos canadienses.
La organización subrayó la relevancia de la iniciativa al afirmar: “La Nakba no es un hecho del pasado, sino una realidad que persiste. El riesgo de desplazamientos masivos sigue vigente, y el mundo está atento. Canadá tiene la oportunidad de actuar con valentía y principios. Este proyecto defiende la justicia, la paz y la soberanía, asegurando que el país no ignore las violaciones al derecho internacional, sin importar su origen”.
El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, rechazó enérgicamente las sanciones propuestas por Canadá contra ciudadanos israelíes. En un comunicado, expresó: “El lema «Palestina libre» equivale al «Heil Hitler» moderno. Si los terroristas aplauden tus decisiones, estás del lado equivocado de la historia”.
Esta propuesta legislativa ha generado un intenso debate en Canadá, evidenciando las tensiones entre la política exterior del país, los derechos humanos y las relaciones con Israel. Su posible aprobación marcaría un punto de inflexión en la postura canadiense hacia la guerra palestino-israelí, con implicaciones tanto nacionales como internacionales.