Una procesión silenciosa tuvo lugar frente a la Knesset, organizada por las familias y simpatizantes de los rehenes secuestrados, para marcar los 150 días desde el secuestro de sus seres queridos por terroristas y su traslado a la Franja de Gaza.
Se estima que aún hay 130 rehenes en manos de Hamás desde el incidente del 7 de octubre, algunos de los cuales se teme que no estén vivos, tras la liberación de 105 civiles durante una tregua de una semana a finales de noviembre y cuatro liberaciones previas.
Las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) han logrado rescatar a tres rehenes con vida y han recuperado los cuerpos de 11, incluidos tres que fallecieron por fuego amigo. Además, las FDI han confirmado la muerte de 31 rehenes, basándose en inteligencia y operaciones en el terreno en Gaza. Un individuo más permanece desaparecido desde el 7 de octubre.
Además, Hamás mantiene en su poder los restos de dos soldados de las FDI, Oron Shaul y Hadar Goldin, caídos en 2014, así como de dos civiles israelíes, Avera Mengistu y Hisham al-Sayed. Se cree que estos dos últimos están vivos después de haber entrado voluntariamente en Gaza en 2014 y 2015, respectivamente.