El gabinete votó unánimemente a favor del tratado de paz entre Israel y los Emiratos Árabes Unidos el domingo.
El primer ministro Benjamín Netanyahu y el príncipe heredero de los Emiratos Árabes Unidos, Mohammad bin Zayed, hablaron por teléfono el fin de semana. Netanyahu llamó a bin Zayed su amigo en su discurso de apertura en la reunión del gabinete. “Lo invité a visitar Israel, y él me invitó a visitar Abu Dhabi”, dijo. “Pero antes de eso, veremos una delegación de los Emiratos Árabes Unidos aquí y otra delegación nuestra irá allí”.
La próxima delegación de los Emiratos Árabes Unidos hará una visita recíproca después de que un grupo de funcionarios israelíes de alto nivel, encabezados por el Asesor de Seguridad Nacional Meir Ben-Shabbat, volara a Abu Dhabi en agosto.

El “Tratado de paz, relaciones diplomáticas y plena normalización entre los Emiratos Árabes Unidos y el Estado de Israel” compromete a sus signatarios a “proseguir sus esfuerzos para lograr una solución justa, amplia, realista y duradera del conflicto israelo-palestino” y a “trabajar juntos para lograr una solución negociada del conflicto israelo-palestino que satisfaga las necesidades y aspiraciones legítimas de ambos pueblos, y para promover la paz, la estabilidad y la prosperidad generales en el Oriente Medio”.
El acuerdo evita cualquier tema que pueda ser controvertido, como un Estado palestino, la suspensión de los planes de Israel de aplicar la soberanía en Judea y Samaria o la venta de armas americanas a Abu Dhabi.
Como tal, se esperaba su aprobación por unanimidad en el gabinete y con una mínima oposición en la Knesset.
Los texto del tratado de paz entre Israel y los Emiratos Árabes Unidos y Bahréin se conocen también como los “Acuerdos de Abraham” y, como tales, ponen de relieve la tolerancia interconfesional.

El tratado entre los Emiratos Árabes Unidos e Israel establece que los signatarios “reconocen que los pueblos árabe y judío son descendientes de un antepasado común, Abraham, y se inspiran, en ese espíritu, en fomentar en el Oriente Medio una realidad en la que los musulmanes, los judíos, los cristianos y los pueblos de todos los credos, denominaciones, creencias y nacionalidades viven en un espíritu de coexistencia, entendimiento y respeto mutuos, y están comprometidos con él”.
En el plano práctico, las partes acordaron establecer la paz, las relaciones diplomáticas y la normalización, intercambiar embajadores y abrir embajadas, y cooperar en materia de finanzas e inversiones, aviación civil, servicios consulares, innovación, comercio y relaciones económicas, atención de la salud, ciencia, tecnología y “usos pacíficos del espacio ultraterrestre”, educación y más.