El ministro de Defensa, Yoav Gallant, esbozó su visión de quién dirigiría Gaza después de la guerra, afirmando que los palestinos locales estarían a cargo de los asuntos civiles, mientras que Israel mantendría el control general de la seguridad sobre el enclave.
Aunque estas posturas fueron compartidas por el primer ministro Benjamin Netanyahu, el énfasis en el control civil palestino sobre Gaza y la falta de presencia civil israelí en la zona, enfureció a los socios de la coalición, y el ministro de Finanzas, Bezalel Smotrich, se manifestó en contra del plan, mientras que un miembro del gabinete de guerra sugirió que el ministro de Defensa solo hablaba por sí mismo.
“No hubo presencia civil israelí en la Franja de Gaza después de que se alcanzaron los objetivos de la guerra”, afirmó Gallant en una reunión informativa con periodistas.
“Los residentes de Gaza son palestinos, por lo tanto, los organismos palestinos estarán a cargo con la condición de que no haya hostilidad hacia Israel”, aseguró.
En cuanto a quién gestionaría la seguridad de Gaza tras la guerra, el ministro de Defensa afirmó que Israel no permitiría que Hamás controlara Gaza, ni que supusiera una amenaza para la seguridad de sus ciudadanos. Por ello, se reservaría su libertad de acción operativa en Gaza.
Gallant afirmó que Israel pasaría a lo que denominó Fase III de los combates, durante la cual los combates en el norte de Gaza serían de menor intensidad e incluirían incursiones, la destrucción de túneles terroristas, actividades aéreas y terrestres y operaciones especiales.
En el sur de Gaza, los esfuerzos operativos se centrarían en eliminar a los dirigentes de Hamás y permitir el regreso de los rehenes, afirmó Gallant.
El objetivo de combate de la fase III era la erosión de los restantes focos terroristas en Gaza, según Gallant.
El ministro de Defensa no proporcionó un calendario para cuando Israel pasaría a la Fase III, diciendo que dependía de la consecución de determinados objetivos militares que no podían ser compartidos con la prensa.
Afirmó que las FDI seguirían combatiendo en Gaza hasta que se devolvieran los rehenes, se desmantelaran las capacidades militares y de gobierno de Hamás y se eliminaran todas las amenazas militares procedentes de Gaza.