Una reunión de gabinete programada para decidir sobre posibles nuevas restricciones destinadas a mantener a la gente en casa durante para frenar la propagación del nuevo coronavirus fue aplazada en el último minuto, según los informes de los medios de comunicación hebreos.
Los ministros planeaban reunirse el domingo para sopesar un paquete de restricciones que, según se informó, incluiría mantener en casa a todos los trabajadores no esenciales, así como un paquete de rescate por un valor de 80.000 millones de NIS (22.500 millones de dólares) destinado a ayudar a las empresas a capear la crisis.
Según los informes, que no citaron una fuente, la reunión se retrasó después de que el primer ministro Benjamin Netanyahu pidió más tiempo para insertar cambios en un borrador de las restricciones propuestas. La reunión tendrá lugar en cambio el lunes por la mañana, y el plan económico se presentará más tarde ese mismo día, según los informes.
Netanyahu está buscando una norma que prohíba a todos los trabajadores, excepto a los esenciales, salir de la casa, según las noticias del Canal 13. Informes anteriores habían sugerido que el gabinete se ponía de acuerdo sobre los límites con respecto a quién podía viajar al trabajo, aunque el 15-20 por ciento de la fuerza de trabajo de una empresa determinada todavía se le permitiría viajar a la oficina.
El retraso se produjo cuando el número de casos confirmados en Israel aumentó a 4.247, más de 600 desde el día anterior, y el número de muertes relacionadas con el virus se elevó a 15.
Netanyahu advirtió el viernes que, si no hay una mejora en el número de casos confirmados de coronavirus para el domingo, no tendría otra opción que ordenar al país un cierre completo.
Los funcionarios del Ministerio de Finanzas se han resistido a un cierre total del movimiento, advirtiendo a Netanyahu de las graves consecuencias para la economía. El ministerio se ha enfrentado a funcionarios del Ministerio de Salud que durante semanas han abogado por las medidas más estrictas.
Otras posibles directivas que se han discutido incluyen la restricción de la gente a un radio de 2 a 3 kilómetros de su casa cuando compren comestibles y suministros, y decirle a los supermercados que asignen horas especiales para los compradores ancianos que se consideran de alto riesgo para contraer el virus.
Se ordenó a los israelíes que a partir del miércoles permanezcan en sus hogares a menos que participen en un pequeño número de actividades aprobadas especialmente designadas, incluyendo la compra de alimentos y medicinas o una corta caminata de no más de 100 metros (328 pies) desde su casa. Aquellos que sean encontrados violando esas regulaciones están sujetos a grandes multas de más de 500 NIS (140 dólares) e incluso a prisión.
La policía ha comenzado a hacer cumplir las medidas actuales, repartiendo multas a las personas que violan las directivas.
Una serie de restricciones cada vez más estrictas han dejado a la economía en dificultades, y solo en marzo más de 700.000 israelíes solicitaron el desempleo.
El plan presupuestario prevé unos 5.000 millones de NIS para las pequeñas empresas, 6.000 millones de NIS para las grandes empresas y más dinero para un fondo de préstamos apalancados, según el diario Calcalist.