El lunes, el ministro de Asuntos Exteriores de Israel, Israel Katz, abordó los intentos de Irán de contrabandear armas hacia Israel con el propósito de emplearlas en ataques contra ciudadanos israelíes.
Katz alertó sobre una “situación grave y peligrosa” debido a los esfuerzos de Irán por establecer un nuevo frente terrorista en el este, dirigido contra los principales centros de población de Israel.
Según Katz, la Guardia Revolucionaria iraní está trabajando en conjunto con agentes de Hamás en el Líbano para introducir armas y fondos en Jordania, con el objetivo de desestabilizar el régimen jordano.
Las armas, explicó Katz, son posteriormente contrabandeadas a través de la frontera oriental, lo que provoca que Judea y Samaria, especialmente los campos de refugiados, se vean inundados con armamento y grandes sumas de dinero. Esto, advirtió, tiene como objetivo crear un frente terrorista islámico proiraní similar al que Irán ha establecido en Gaza, Líbano y otras regiones, con ataques dirigidos contra Tel Aviv y otras áreas pobladas de Israel.
El ministro también señaló que “el eje del mal iraní controla hoy en día de manera efectiva los campos de refugiados en Judea y Samaria a través de sus representantes”, lo que deja a la Autoridad Palestina sin capacidad para actuar.
Katz subrayó la necesidad de tomar medidas contra centros terroristas como el campo de refugiados de Jenin y de llevar a cabo una campaña operativa para desmantelar la infraestructura terrorista allí presente.
Además, destacó que la lucha contra la expansión del “eje del mal de Irán” es un interés común para Israel, varios estados de la región y la comunidad internacional en general.
Finalmente, Katz hizo un llamado a acelerar la construcción de la barrera oriental a lo largo de la frontera con Jordania, como una medida para impedir el contrabando de armas desde Jordania hacia Israel, lo que representa una amenaza tanto para el régimen jordano como para la seguridad del Estado de Israel.