El ministro de Defensa de Israel, Israel Katz, advirtió que “las puertas del infierno se abrirán en Gaza” si Hamás no libera a los 59 rehenes que aún mantiene en cautiverio. La declaración se emitió poco después de que las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) reanudaran los bombardeos en el enclave tras casi tres meses de tregua.
Katz subrayó que la negativa de Hamás a liberar a los secuestrados y sus amenazas contra soldados israelíes y comunidades del país han llevado a Israel a retomar la ofensiva. Aseguró que el grupo terrorista enfrentará una respuesta militar sin precedentes. Reiteró, además, el compromiso de su gobierno de continuar la lucha hasta que todos los rehenes sean rescatados y se cumplan los objetivos bélicos.

Los familiares de los secuestrados llevan tiempo señalando que la estrategia militar israelí pone en peligro la vida de sus seres queridos. Afirman que la reanudación de los combates con el fin de desmantelar la estructura militar y gubernamental de Hamás podría frustrar cualquier posibilidad de un acuerdo seguro para su liberación.
Hamás, por su parte, insiste en que Israel debe cumplir con los términos originales del acuerdo, que estipulaban la retirada total de las tropas israelíes de Gaza y el fin definitivo de la guerra a cambio de la entrega de los rehenes. Aunque Israel aceptó esos términos en enero, el primer ministro Benjamin Netanyahu ha reiterado que la guerra continuará hasta la eliminación total de la capacidad de Hamás para gobernar y operar militarmente.
Debido a esta postura, Israel se ha negado a discutir la segunda fase del acuerdo, que debía comenzar el 3 de febrero. No obstante, la tregua se extendió por dos semanas y media adicionales mientras los mediadores intentaban pactar nuevos términos para prolongarla.

En un intento por destrabar las negociaciones, el enviado estadounidense Steve Witkoff propuso la semana pasada una extensión de la primera fase del acuerdo. Su plan contemplaba la liberación de cinco rehenes vivos a lo largo de varias semanas. Sin embargo, el domingo declaró que la respuesta de Hamás fue un “fracaso” y advirtió sobre posibles consecuencias si el grupo no modificaba su postura.
El reinicio de la ofensiva ya ha dejado al menos 20 muertos en Gaza, según Al Jazeera. Entre las víctimas se encuentran niños, de acuerdo con medios árabes. Israel sostiene que sus ataques están dirigidos contra objetivos de Hamás y que la organización utiliza a civiles como escudos humanos. Medios israelíes informaron que múltiples objetivos fueron alcanzados con apoyo de la aviación militar.
Axios reveló que Israel notificó a la administración Trump antes de lanzar los bombardeos y de iniciar la nueva fase militar. Mientras tanto, el Comando del Frente Interno de las FDI ordenó la suspensión de clases en las ciudades cercanas a Gaza, manteniendo las restricciones en Neguev Occidental y Laquis Occidental.
La reanudación de la ofensiva fue ordenada por Netanyahu y Katz tras la negativa de Hamás de liberar a los rehenes, según un comunicado oficial. Aunque no se ha confirmado oficialmente el fin de la tregua iniciada el 19 de enero, la reactivación de los ataques sugiere que la pausa en los combates ha concluido. En un mensaje conjunto, las FDI y el Shin Bet informaron que continúan atacando objetivos de Hamás y que próximamente se darán a conocer más detalles.

Netanyahu responsabilizó a Hamás por rechazar todas las propuestas de mediación impulsadas por Estados Unidos, incluidas las de Witkoff. Mientras Hamás exige la retirada israelí de Gaza y el cese definitivo de la guerra como condición para liberar a los rehenes, el gobierno israelí insiste en que la guerra no terminará hasta que la organización terrorista sea completamente erradicada.
El rechazo de Israel a negociar la segunda fase del acuerdo impidió cualquier avance en la liberación de los secuestrados. La tregua, que se extendió por dos semanas y media, se mantuvo únicamente mientras se exploraban alternativas para prolongarla. Witkoff propuso un acuerdo intermedio para facilitar la liberación de cinco rehenes, pero el domingo acusó a Hamás de obstaculizar el proceso y advirtió sobre represalias inminentes.
A medida que Israel intensifica su ofensiva, las familias de los rehenes temen que la escalada militar ponga en mayor peligro la vida de sus seres queridos. Pese a estas preocupaciones, la nueva fase de la operación militar fue aprobada la semana pasada por el gobierno israelí.