El gabinete aprobó el domingo un plan para asignar 2.500 millones de NIS (750 millones de dólares) en los próximos cinco años para luchar contra la ola de actividad delictiva en las comunidades árabes, donde más de 100 personas han muerto en crímenes violentos en lo que va de año.
Según los funcionarios, unos 1.400 millones de NIS (436,7 millones de dólares) se destinarán a reforzar la aplicación de la ley: financiación de la intensificación de las operaciones de los organismos de seguridad y construcción de nuevas comisarías en las ciudades árabes. Otros 1.000 millones de NIS (312 millones de dólares) financiarán docenas de programas civiles diseñados para hacer frente a la ola de delincuencia.
La Oficina del Primer Ministro dijo el domingo por la noche que los objetivos del programa incluyen la disolución de las numerosas y prominentes organizaciones del hampa, el aumento de la sensación de seguridad pública entre los ciudadanos, la reducción significativa del número de armas ilegales en poder de los civiles y el aumento de la cooperación con las autoridades locales y la confianza de los civiles locales.
“Esta no es una tarea unilateral, y no es solo una tarea del gobierno, sino que es un objetivo compartido por el gobierno de Israel y el público árabe”, dijo el primer ministro Naftali Bennett, tras la aprobación del plan. “El Estado hará su parte, pero la calle árabe tiene que unirse también a la lucha. No será fácil, pero debemos lograrlo”.
Poner fin a la ola de crímenes, que se ha cobrado 104 víctimas árabes en lo que va de año, es la prioridad número uno de los israelíes árabes en las encuestas de opinión.
“Creemos que la lucha contra la delincuencia debe basarse en dos elementos: el refuerzo de la policía, por un lado, y, por otro, el desarrollo económico, la capacitación de los jóvenes, etc.”, dijo el funcionario árabe israelí Hassan Tawafreh, que dirige una oficina gubernamental encargada de reforzar la economía árabe israelí, en una llamada telefónica realizada en septiembre a The Times of Israel.
El ministro de Seguridad Pública, Omer Barlev, dijo que la aprobación del plan nacional deja clara la seriedad con la que el gobierno aborda la cuestión.
“Está claro para todo el gobierno que la violencia y la delincuencia en la calle árabe suponen una amenaza para el Estado de Israel”, dijo Barlev en un comunicado. “Las familias del crimen en la sociedad árabe tienen agarrado por el cuello a todo el sector árabe”.
En una sesión informativa a los periodistas a primera hora del domingo, Barlev subrayó hasta qué punto las organizaciones criminales árabes en Israel tienen asfixiadas a comunidades enteras.
“Las organizaciones criminales no solo gobiernan las calles”, dijo, “controlan las licitaciones de proyectos públicos y se han apoderado de cientos de millones de shekels en fondos públicos, amenazan a algunos alcaldes árabes e incluso se han apoderado de las licitaciones de contratos nacionales”.
El ministro de Seguridad Pública añadió que es fundamental que se inicien inmediatamente los esfuerzos masivos para atajar el problema.
“Hemos llegado a la hora 11”, dijo. “En 2002, Israel llegó a un consenso tras los duros acontecimientos terroristas para lanzar la Operación Escudo Defensivo, también debemos lanzar una misión para detener esta espiral descendente”.