El Comité Electoral Central de Israel decidió el lunes que se prohibirían las cámaras de vigilancia en todos los colegios electorales del país en las próximas elecciones generales.
El presidente del Comité, el juez Hanan Melcer, prohibió a los partidos políticos israelíes establecer sistemas de monitoreo el 17 de septiembre, ordenando en su lugar la instalación de una unidad de monitoreo de supervisión para asegurar el cumplimiento.
La decisión de Melcer está en línea con la posición del Fiscal General Avichai Mendelblit sobre el tema, formalizada en una opinión legal que sugiere que tal medida solo podría ser legal a través de la legislación.
La decisión del comité puso a prueba el plan del partido gobernante, el Likud, de colocar cámaras en los colegios electorales de las comunidades árabes durante las elecciones.
Durante la votación de abril, el Likud desplegó activistas con cámaras en los centros de votación de las comunidades árabes. El partido dijo que estaba combatiendo el fraude electoral, pero los críticos dijeron que el objetivo era intimidar y disuadir a los votantes de las minorías.
Melcer dijo en una declaración el lunes que los inspectores de las mesas electorales asegurarían el cumplimiento de la prohibición de filmar, diciendo que el comité haría todo lo posible para detener a “aquellos que intentan influir en los resultados a su favor fuera de las reglas democráticas”.
Sin embargo, la decisión no es necesariamente vinculante y es probable que sea apelada ante el Tribunal Supremo, que dictará la sentencia definitiva.
Adalah, el Centro Legal para los Derechos de las Minorías Árabes en Israel, elogió la prohibición, alegando que demostraba que la intención del Likud era disuadir a los votantes árabes de participar en las elecciones.
“La colocación de cámaras también fue una violación del derecho constitucional a votar libremente y con privacidad. El juez de la Corte Suprema Hanan Melcer también indica que la operación de la cámara del Likud en las últimas elecciones, llevada a cabo sin ninguna base legal, fue una interrupción ilegal del proceso electoral, que culminó en un delito penal”, agregó el grupo.