Suiza suspendió la conferencia sobre la aplicación de los Convenios de Ginebra en los territorios palestinos debido a la escasa participación, confirmó su Ministerio de Asuntos Exteriores tras el descontento expresado por varios países.
El gobierno suizo había convocado a 196 partes de las convenciones para debatir el 7 de marzo en Ginebra sobre la situación de los civiles en Judea y Samaria, Gaza y Jerusalén Este. Sin embargo, comunicó posteriormente la cancelación del evento, según informaron cuatro fuentes diplomáticas a Reuters.
“La falta de consenso entre las Altas Partes Contratantes llevó a Suiza, como Estado depositario, a cancelar la reunión”, declaró el portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores, Nicolas Bideau.
El encuentro pretendía abordar el Cuarto Convenio de Ginebra, un tratado internacional de 1949 que establece la protección humanitaria para los civiles en zonas de conflicto o bajo ocupación.
Para Suiza, la cancelación representó un revés diplomático, ya que su política de neutralidad le ha permitido desempeñar un papel clave en la mediación de conflictos y la organización de cumbres internacionales.
El embajador de la Autoridad Palestina ante la ONU en Ginebra, Ibrahim Khraishi, aseguró que su delegación no tenía intención de asistir, criticando el borrador de declaración que se había distribuido entre los participantes.
“Esperamos acciones concretas de la comunidad internacional, y este documento no respondía a nuestras expectativas”, afirmó, sugiriendo que tales medidas podrían incluir sanciones económicas o diplomáticas contra Israel. “Lo que exigimos es la implementación efectiva de los Convenios de Ginebra”.
Desde la Organización para la Cooperación Islámica (OCI), un representante indicó que el grupo tampoco tenía previsto participar, al considerar que el documento propuesto no reflejaba la gravedad de la situación.
Israel había rechazado la conferencia desde su anuncio, denunciándola como una “herramienta de acoso legal” en su contra.
Tras la cancelación, el Ministerio de Relaciones Exteriores israelí reveló que llevó a cabo una “intensa operación diplomática” para disuadir a sus aliados de asistir.
“La estrategia diplomática funcionó, y un gran número de países optaron por no participar en una conferencia sesgada”, afirmó en un comunicado, asegurando que, de haberse celebrado, el evento habría promovido decisiones destinadas a “desacreditar a Israel”.